Tobías Nóbrega disfruta del fado y de plena libertad
A Tobías Nóbrega pocos lo extrañan. Algunos ni siquiera lo recuerdan. El chavismo quiere olvidarse de él, especialmente porque estuvo acusado de corrupción y nunca fue castigado, más allá de una inhabilitación administrativa. Pero los reales que acumuló, como se denunció en su momento, se quedaron en cuentas de Portugal donde ahora reside el economista, disfrutando su nacionalidad europea.
Nóbrega llegó a Miraflores cuando Hugo Chávez aún no promulgaba el socialismo como símbolo inequívoco de su gobierno, en 2002. Su paso por el gabinete no fue tan alargado como el de sus colegas Rafael Ramírez o Nelson Merentes, porque tan solo estuvo dos años en el tren ejecutivo, los suficientes para despertar dudas sobre su honestidad y hasta una investigación del Ministerio Público por peculado culposo en 2007.
Se le acusó de presuntas irregularidades en el proceso de adquisición de los edificios Bilbao y Citibank, ubicados en La Urbina y Carmelitas respectivamente; así como en el proceso de contratación de empresas para la remodelación de ambas edificaciones.
En 2003 se destapó la corruptela en la compra de la sede del Citibank.
El señalado llegó a demandar a periodistas de la fuente de economía por «manchar su honor» al publicar los guisos y los tildó de palangristas.
Ocho años después, en 2011, se establecieron inhabilitaciones, incluyendo una de 15 años a Nóbrega, pero no hubo presos. Se confirmó el negocio donde el Estado adquirió la edificación que por décadas Citibank tuvo en Carmelitas el 30 de enero de 2003, cuando Inmobiliaria Chacao compra el inmueble a la institución financiera por 4,7 millones de dólares. Seis días más tarde, el Ministerio de Finanzas, le recompra el edificio a la inmobiliaria por 9,5 millones de dólares.
La investigación de la Contraloría reveló que el despacho de Finanzas le pagó a la inmobiliaria antes de que ésta comprase el edificio. Precisó que el 27 y 30 de diciembre de 2002, el ministerio dirigido por Nóbrega «canceló a la inmobiliaria el monto total de la negociación. Sin embargo, es el 30 de enero de 2003 cuando ésta adquiere el inmueble».
Por entonces, al exfuncionario se le vio abriendo una cuenta off shore en un banco de Funchal, en Portugal, la conocida isla convertida en paraíso fiscal. También, lo vieron en la Embajada portuguesa en Caracas poniendo al día sus papeles para irse demasiado a la tierra del fado.
Nóbrega también quedó fichado en las confesiones de Carlos Kauffman en Miami en una Corte Federal, donde lo señaló como receptor de sobornos por hasta 25 millones de dólares para el economista y su equipo. Como se verá, la lucha contra la corrupción sí castiga las malas prácticas.
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