Todo por comerse una empanadita, por Ariadna García
Al ver esta imagen del mandatario Nicolás Maduro tomada el sábado 4 de agosto en la avenida Bolívar de Caracas, durante una conmemoración por el 81 aniversario de la Guardia Nacional (GN), no puedo evitar pensar que tal vez el funcionario solo deseaba comerse una empanadita y para no irrespetar la ceremonia, los escoltas soltaron toda esa perolera para resguardarlo de los chistes y memes crueles que siempre hacen sobre él.
No sé si a alguien más le ha pasado, pero yo sigo creyendo en la hipótesis de la empanada, después de todo, es sabido que el gobernante es un comelón que en cadenas nacionales anteriores ya ha sido delatado por sus impulsos.
Pero volviendo a la realidad, dicen las autoridades que lo que realmente ocurrió fue que dos drones cargados con C4 sobrevolaron por la multitud con la intención de asesinar al presidente. Esto generó una polvareda entre los militares quienes, según la versión de la gente, lo que querían era matar una cucaracha que le caminó a uno de los guardias por las piernas.
Usted decidirá cuál tesis creer, lo que sí es verdaderamente cierto es que a pesar de las colchonetas negras y de los paraguas, los memes se multiplicaron como los peces de aquella vez y la cara de uno de los cadetes quedó para la posteridad