Tomás Páez: Toda diáspora es buena
El sociólogo venezolano ha sido un permanente defensor de las tesis que reivindican las bondades de las migraciones y, en este sentido, refiere respecto a la venezolana que esta representa “un bono demográfico, un bono de capacidades para el mundo»
El sociólogo Tomás Páez, autor de La voz de la diáspora venezolana, cuya tercera edición está siendo publicada en Colombia por Unión Editorial, afirma que esta publicación, más que un estudio es un proyecto que intenta aprovechar esa capacidad inmensa que representa la diáspora para que contribuya al desarrollo del país de origen, al de acogida y al propio desarrollo personal de quien migra.
En una entrevista mantenida con Alejandro Martínez Ubieda y Txomin Las Heras Leizaola, en el espacio Conversaciones del portal de la asociación Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano que reproducimos en Tal Cual, Páez, quien reside en Madrid, sostiene que las dos principales razones que explican el éxodo venezolano se pueden resumir en un par de frases recogidas en las entrevistas hechas para el estudio: la primera, en Venezuela la única nevera llena es la de la morgue y, la segunda, prefiero despedirlos en el aeropuerto, en el autobús o en el peñero que en el cementerio.
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“Estas frases dan cuenta de los dos grandes problemas que han generado el fenómeno migratorio venezolano”, sostiene Paéz quien señala que allí están contenidas la crisis económica, la falta de trabajo, la incapacidad para comprar, la inflación, la destrucción del tejido empresarial y la inseguridad que se viven hoy en Venezuela.
El sociólogo venezolano ha sido un permanente defensor de las tesis que reivindican las bondades de las migraciones y, en este sentido, refiere respecto a la venezolana que esta representa “un bono demográfico, un bono de capacidades para el mundo, un bono de creación de empleo, un bono de creación de demanda agregada y un bono de desarrollo, como lo demuestran los datos del norte de Brasil, en el estado de Roraima, y como se aprecia en los estudios en Colombia y Perú”.
“Toda diáspora es buena, toda diáspora reduce la pobreza global y toda diáspora contribuye al desarrollo del país de origen, del país de acogida y de los propios migrantes”, sentencia Páez.