Tortura a los presos políticos no solo es física en los calabozos de la Dgcim
La mayoría de los presos políticos detenidos en la Dgcim ha perdido un promedio de 30 kilos de peso, debido a la mala alimentación
Los casos documentados de tortura, malos tratos y violaciones a los derechos humanos de los detenidos por razones políticas en el país dentro de los servicios de inteligencia militares no cesa.
La periodista Sebastiana Barraez documentó una serie de denuncias realizadas por familiares de los presos políticos retenidos en los calabozos de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), quienes revelan las malas condiciones de los detenidos.
Amenazas constantes de los funcionarios, prohibición de visitas familiares, negativas para acceder a libros o fotografías, presiones para declararse culpables y con una mala alimentación, son algunas de las condiciones que atraviesan los presos políticos dentro de los calabozos de la Dgcim.
Según las denuncias recopiladas por Barraez, apenas llegan los detenidos son rapados y se les viste con bragas militares y zapatos deportivos sin cordones cuando van a recibir visitas familiares o deben ser llevados a lugares externos como la enfermería y tribunales.
A los presos también se les incomunica durante los primeros 30 o 40 días sin ninguna explicación, detalló la periodista. “No hay agua potable para el consumo de los detenidos, de manera que aquellos que no tienen familiares en Caracas, no cuentan quién les lleve el vital líquido ni alimentos los dos días la semana que les permiten llevar comida”.
Además, detalló que a los detenidos políticos ubicados en los sótanos de la Dgcim se les aplica la llamada “tortura banca”, que consiste en dejarlos con las luces encendidas y sin artefactos para medir el tiempo, con el objetivo de causar desorientación y alteraciones en los presos políticos. Algunos, sufren de insomnio debido a esto.
La periodista también indicó en un artículo que la mayoría de los detenidos ha perdido un promedio de 30 kilos de peso, debido a la mala alimentación.
Dentro de los calabozos de la Dgcim se encuentran en su mayoría militares como el capitán de navío Humberto De La Sotta Quiroga, el teniente coronel (Ej) Igbert José Marín Chaparro, el mayor general retirado (Ej) Miguel Rodríguez Torres, general de división (GN) Pedro Naranjo Suárez o la capitana Keyler Chacón Batista, todos acusados de presunta conspiración y varios delitos militares.
Entre los civiles se encuentran el expresidente de la Faja del Orinoco, ingeniero Pedro José León Rodríguez; exejecutivos de Citgo como el vicepresidente de Operaciones de Refinación Tomeu Vadell Recalde, José Luis Zambrano y Gustavo Cárdenas.
Dentro de la Dgcim también se encuentra detenido Carlos Marrón, dueño de la web Dólar Pro, quien fue acusado por Fiscalía de “atentar contra la moneda nacional”.
La organización no gubernamental Foro Penal afirmó que hasta el 15 de noviembre de 2018 hay un total de 235 presos políticos en el país, 17 de ellos recluidos dentro de la Dgcim. La mayoría de los detenidos (66) se encuentran recluidos en el Centro de Procesados Militares, mejor conocido como la cárcel de Ramo Verde, y 37 poseen arresto domiciliario.
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