Trabajadores públicos y milicianos conformaron marcha desde el suroeste de Caracas
Diosdado Cabello dirigió la movilización de los simpatizantes del chavismo en la marcha desde la sede del Inces en la avenida Nueva Granada, al suroeste de Caracas, pero la convocatoria se quedó corta.
La convocatoria del chavismo para movilizarse a favor de Nicolás Maduro desde el suroeste de Caracas este 23 de enero de 2019 se quedó corta. Una sola cuadra, desde la esquina donde está ubicada la sede del Inces en la avenida Nueva Granada hasta la bomba de PDV en la siguiente esquina en dirección hacia el terminal de La Bandera, bastó para contener a los manifestantes oficialistas, la gran mayoría trabajadores públicos, acompañados por un contingente de milicianos.
Atrás quedaron los tiempos en que los simpatizantes del Gobierno se distribuían con dificultad a lo largo de esta avenida, prácticamente colmando el espacio desde la avenida Roosevelt hasta el propio terminal de autobuses; pero en esta oportunidad ni el rumor de que el número dos del chavismo, Diosdado Cabello, se uniría a la movilización desde ese punto (lo que se confirmó después), logró incentivar a los rojos.
La afluencia de los chavistas comenzó alrededor de las 9am, cuando empezaron a llegar autobuses de diferentes rutas extraurbanas desde el interior del país. Los más tempraneros fueron los milicianos, que ya estaban allí a esa hora.
Entre los presentes, El señor Eduardo León dijo que está con el partido porque fue militar y siguió al comandante Chávez. Aseguró que está de acuerdo con las acciones del gobierno de Nicolás Maduro, pero que tiene sus críticas con algunas, como ciertos beneficios que se otorgan, en su opinión, a personas que no se lo ganan laborando.
«Hay cosas que no son buenas, los bonos que está dando está acostumbrando al pueblo a ser flojos. La gente tiene que trabajar. Las pensiones, también, uno se la debe ganar trabajando», indicó.
Así mismo, Claudia Ramírez, de Caracas, indicó que está de acuerdo con todas las medidas que ha venido tomando Nicolás Maduro y que le apoya irrestrictamente.
Rechazó la actitud asumida por la oposición, que señala que el presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, es el mandatario de Venezuela. «Aquí el único presidente es Nicolás Maduro que fue electo por nosotros, no esa asamblea. La verdadera es la Asamblea Nacional Constituyente, porque nosotros fuimos a (darles el) voto.
Adyacente a la sede del Inces se encontraba una tarima con pantalla gigante en la que a partir de las 10am comenzaron los ya tradicionales actos musicales del chavismo: exponentes de la llamada canción necesaria (cantautores), grupos de salsa y arengas revolucionarias a cargo de Wills Rangel, presidente de la Central Socialista de los Trabajadores animaron el encuentro mientras los asistentes se ubicaban agrupándose según la dependencia pública a la que pertenecen.
Pasadas las 11 am subieron a la tarima los dirigentes políticos del PSUV: el gobernador del estado Falcón, Víctor Clark, el presidente de la Juventud del partido, Mervin Maldonado; Freddy Bernal; la gobernadora de Lara, Carmen Meléndez; la vicepresidenta Delcy Rodríguez; el ministro de Cultura, Ernesto Villegas, y el primer vicepresidente de la organización, Diosdado Cabello; cada uno de los cuales, excepto Cabello, tomaron turnos para dar unos discursos cortitos intentando inyectar entusiasmo en los manifestantes.
Carreño afirmó que están «resteados» con la defensa de la patria y llamó a los chavistas a quedarse vigilantes, despiertos ante algún intento de arrebatarles el poder; Clark expresó que esta revolución la he hecho el pueblo y que es el propio pueblo el que la debe continuar impulsando; mientras Villegas llamó a no tomar represalias contra ecuatorianos que residen en Venezuela, por los hechos ocurridos en Ecuador en contra de venezolanos.
A las 11:50 comenzó la movilización, con el jefe de movilizaición del PSUV, Darío Vivas, al frente del grupo de dirigentes entre los que se encontraban Maldonado, Clark y Cabello.
La marcha fue tomando cuerpo con algunos grupos que aguardaban en el cruce con la avenida Presidente Medina y más adelante ya en la avenida Fuerzas Armadas, en dirección norte, pero los presentes solo ocupaban una de esta importante arteria vial. Desde una tarima ubicada en el puente de la esquina El Rosario, donde está la sede del Cuerpo de Bomberos, un grupo de simpatizantes saludaba a quienes venían en la movilización.
El tránsito fue bloqueado por efectivos de la Policía Nacional Bolivariana en la Lecuna, donde a lo largo de dos cuadras desde la esquina de Curamichate se estacionaron decenas de autobuses que provenían de las diferentes regiones del país con asistentes que se fueron directo a la concentración de la Plaza O’Leary.
La marcha continuó por la Fuerzas Armadas hasta subir en el empalme que da hacia la avenida Universidad y tomar rumbo al oeste por esa vía, uniéndose a los que circulaban por allí que venían desde el este de la ciudad, algunos de los cuales se abrían paso diciendo «en esa es que viene Diosdado» e intentaban divisar al vicepresidente del PSUV.
Sin mayores novedades terminó de transcurrir la marcha hasta desembocar en la Plaza O’Leary, donde había una tarima gigantesca donde se esperaba que hablara Nicolás Maduro, pero éste no apareció. Fue Diosdado el que habló a los presentes, disgregados por el lugar.