¡Tracaleros!, por Teodoro Petkoff
En este asunto de las elecciones sindicales hay algo que va mucho más allá de ellas. Es el rol del cne y del tsj. El cne, tal como está integrado hoy, con una mayoría absolutamente obediente y sinvergüenzona, dispuesta a prestarse para cualquier tracalería, con tal de que la pidan los amos del poder, no puede ser garantía de ninguna elección. Nadie en su sano juicio puede ir a una competencia electoral con un árbitro tan descaradamente vendido. De esto hay que tomar debida nota. También hay que tomar nota del irrisorio tribunal supremo que tenemos. Esa pandilla de leguleyos ya ha llegado al colmo de la pérdida del decoro: ya no hace falta que sea el propio Chávez quien les pida genuflexión; basta con cualquier Maduro. En este caso sindical se ha visto una coordinación perfecta entre la fuerza bolivariana de trabajadores, el tribunal supremo y el cne. Las instituciones del Estado han sido colocadas impúdicamente al servicio de los intereses político-sindicales del régimen. La fbt, que no ha podido organizar planchas ni en los sindicatos ni en las federaciones ni para la CTV y que está presentando ese espectáculo bufo para la candidatura a la presidencia de esta central obrera, se valió del tsj para lograr un primer paso: diferir las elecciones magisteriales. Un amparo, rápidamente evacuado, dio a rincón y su banda el pretexto para ello. El siguiente paso le tocó a «camión» ruiz y su gang del cne: diferir las elecciones para el Consejo Directivo de la CTV. Complacida la fbt. Ahora, sin la presión del calendario electoral, podrán resolver la cuestión de su candidatura.
Para consumar el atraco, el cne se llevó en los cachos la decisión del referéndum sindical del 3 de diciembre. ¡Qué paradoja tragicómica la de este gobierno! Hace aprobar una Constitución y son sus críticos quienes le piden que la cumpla. Convoca un referéndum, le sale chimbo y son aquellos a quienes se quería destruir con ese triquitraqui mojado que fue el misil antiCTV quienes piden que se respeten sus resultados. El referéndum estableció un lapso de seis meses (180 días hábiles) para llevar adelante la relegitimación de las autoridades sindicales. El cne ha pasado por encima de ello. ¿Soporte jurídico de la decisión? ¡El artículo 61 del reglamento electoral elaborado por el propio cne! El grupúsculo de «camión» ruiz puede más que un referéndum, que por chimbo que haya sido expresó, sin embargo, la voluntad de un millón de votantes.
¡Qué parábola ha descrito el régimen! ¡De aquella prepotencia de matón de barrio, jactanciosamente apoyado en su gran fuerza popular, a tener que valerse, hoy, de las triquiñuelas del sindicalerismo más desacreditado! Del 1° de septiembre al 19 se van a realizar las elecciones para designar a los directivos de los sindicatos, es decir, en la base. ¿El cne va a suspender también estas elecciones? Es lo que le falta. Estamos mal pero vamos peor.