Trampa en el cuartel, por Teodoro Petkoff

¡Ganó el Ejército! ¡El Ejército, primera fuerza deportiva militar! ¡Alabín, alabao, Ejército, ra-ra-ra!… Hugo debe estar eufórico con el triunfo de su fuerza en los Primeros Juegos Deportivos Nacionales Militares, que concluyeron el sábado pasado.
Sin embargo, nos vemos obligados a servir de voceros de un grupo de oficiales de otros «componentes» de la FAN, que nos han entregado un informe «preliminar» sobre las «tracalerías» (sic) que el Ejército cometió en su empeño por ganar. He aquí las tracalerías, deporte por deporte.
BALONCESTO: en el equipo del Ejército fue detectada la presencia de cuatro jugadores profesionales activos de «Bravos» de Portuguesa y «Cocodrilos» de Caracas: Irwing Aranguren, Alcides Mata, Juan M. Herrera y Luis A. Carmona. Esta información fue certificada por la Federación Venezolana de Baloncesto en comunicación FVB 24/2/2001.
SOFT BALL: Aquí metieron en el equipo nada menos que a cinco jugadores de «Maiceros» de Barinas y de «Cachorros» de Aragua: Deivid González Bravo, Arturo Acacio Rodríguez, Felix Cornieles Vergara, Carlos Javier Céspedes y Gustavo Bravo Arévalo. Todos ellos, y esto es hasta cómico, mayores de treinta años, casados y con hijos pero presentados como reclutas del Ejército, contingente Enero 2001.
BEISBOL: Dos jugadores (los morochos de Las Acacias) pitchers de la Selección de Aragua, que hasta diciembre 2000 eran civiles, aparecieron en los juegos como sargentos reenganchados del Ejército.
FUTBOL: En este caso, el público descubrió a 5 jugadores profesionales del «Portuguesa Fútbol Club» y de «Estudiantes de Mérida». Incluso, pillaron hasta un colombiano, reserva de «Millonarios» de Bogotá (esto debe haber sido un homenaje del Ejército a la reunión del G-3). Todos, inscritos como reclutas del contingente Enero 2001.
BOXEO: Los peleadores de 75 y 81 kilos fueron presentados en la inauguración del evento como parte del «personal técnico» y después resultaron ser «reclutas» del Ejército con antigüedad a enero 2001.
LUCHA: Aquí se pagaron y se dieron el vuelto. El personal técnico que actuó no fue enviado por la Federación de Lucha de Venezuela sino que resultó ser el presentado por el Ejército.
ATLETISMO: El reciente ganador del Maratón de Caracas apareció en los Juegos como «recluta» del contingente enero 2001.
AJEDREZ: Nunca se supo quién era el competidor que representó al Ejército. Nadie lo conocía, pero todos coincidieron en que ese ganador de medalla de oro realizaba jugadas de maestro experto.
Total, que solamente las especialidades de Voleibol, Tiro, Natación y Pentatlón Militar «se salvaron de ser tracaleadas por la Dirección de la Escuela de Educación Física y Deportes del Ejército» («informe preliminar»).
Termina el «informe preliminar» con estas preguntas: «¿Es en realidad el Ejército de Venezuela la primera fuerza deportiva militar del país?
¿Qué se esconde detrás de estas marramucias?
¿Será que deberán justificar el gasto realizado por la Dirección de la Escuela de Educación Física y Deportes del Ejército al enviar sus selecciones a concentraciones en Brasil, República Dominicana, Puerto Rico, Líbano, Cuba y Rusia?
¿En realidad estas selecciones que viajaron por el mundo representando a la FAN estaban compuestas por atletas militares de todos los componentes o sólo por atletas del Ejército con civiles disfrazados de militares? ¿Por qué los demás componentes no reciben el mismo tratamiento preferencial en materia deportiva?
¿Por qué el Ejército viola el «principio de juego limpio», consagrado en la Carta Olímpica universal?
¿De dónde sale ese dinero que no llega a otros componentes?».
Hay más preguntas, pero con estas es suficiente. Sólo queremos añadir dos, de nuestra cosecha: ¿El ministro de la Defensa también meterá sus manos en la candela por estos tracaleros? ¿Esta gente no tendrá nada que ver con el Plan Billuyo 2000? ¡Qué vaina, Hugo, y eso que tú eres profesor de Etica en la Casa de los Sueños Azules!