Tripulantes del avión de Emtrasur declaran ante juez argentino por presunto terrorismo
Hace dos semanas, la Cámara de Apelaciones de Argentina decidió levantar la prohibición de dejar el país a 12 de los 19 tripulantes del avión de Emtrasur, y les devolvieron sus documentos. Los otros cinco permanecen en el país bajo sospecha de terrorismo
El juez ya había tomado declaración este lunes 26 de septiembre a dos de los tres tripulantes venezolanos que quedaron en Argentina, confirmó Marta Nercellas, la abogada de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), la parte querellante que pidió la indagatoria.
El 6 de junio pasado, la aeronave Boeing 747-300 de matrícula YV3531 -que fue propiedad de la empresa iraní Mahan Air y actualmente pertenece a Emtrasur, filial de Conviasa, ambas sancionadas por el Departamento del Tesoro de EEUU, ingresó a Argentina con una tripulación de 19 personas, cinco iraníes y 14 venezolanos.
El avión arribó a Argentina, procedente de México, con escala en Venezuela, y dos días después despegó para ir a Uruguay a cargar combustible, pero aterrizó nuevamente en Argentina porque el país vecino no habilitó su aterrizaje. Las petroleras argentinas no cargaron combustible al avión por temor a las sanciones de EEUU y posteriormente, el 11 de junio, se difundió que el Gobierno argentino había ordenado la inmovilización de la aeronave.
La Justicia argentina retuvo los pasaportes de todos los tripulantes hasta hace dos semanas, cuando decidió levantar la prohibición de dejar el país y devolver esos documentos a 12 de los 19 integrantes de la tripulación, pero optó por seguir reteniendo a los otros siete.
La delegación israelita solicitó entonces al juez que se cite a prestar declaración indagatoria a cinco de los tripulantes: Gholamreza Ghasemi, Abdolbaset Mohammadi, Saeid Valizadeh, Victor Manuel Pérez y Mario Arraga Urdaneta.
Según fundamentó la DAIA, esos tripulantes «procedieron a obtener dinero y/o bienes mediante la realización de una operación comercial lícita con la intención de ser utilizado o a sabiendas de que serán utilizados en todo o en parte para financiar a una organización terrorista».
Para llevar a cabo esa operación, la DAIA indicó que Mario Arraga Urdaneta y Víctor Manuel Perez Gómez, valiéndose de sus cargos jerárquicos dentro de Emtrasur, «habrían abierto cuentas bancarias en distintos países y/o conformado empresas vinculadas a la actividad aérea».
Mientras que Gholamreza Ghasemi y Abdolbaset Mohammadi, en calidad de capitán de vuelo e ingeniero de refuerzo respectivamente y bajo la apariencia de ser instructores, «serían los nexos» con las Fuerzas Quds y Hizbulá, según indicó la DAIA.
Con información de Deutsche Welle