Trump: El Destino Manifiesto y el tercer mandato, por Ángel Monagas
La política, aunque también además de un arte, de una técnica, es una ciencia, no pertenece a las calificadas como «exactas».
La praxis política muchas veces no obedece a ninguna de las categorías anteriores, sino que es el reflejo de valores, de principios y experiencias acumuladas en los hombres. Cada quién de acuerdo a su cosmovisión da interpretaciones y ejecuta acciones.
Los electores, el pueblo o sencillamente quienes los eligen soslayan elementos básicos a la hora de definir sus gustos, sus apoyos.
Donald Trump, a diferencia del 99% de los políticos que uno conoce, está cumpliendo lo que prometió. Está justificando la razón por la cual las grandes mayorías, incluidas las de origen latino o hispano, votaron por él. No hay sorpresas.
Claro, ni los que lo apoyan pensaron que el personaje en cuestión actuará de manera tan rápida y contundente sobre lo que prometió en campaña. Por ello mi admiración hacia el presidente Trump, y eso no implica que esté de acuerdo en todo lo que hace, jamás renunció a la crítica, es un político serio, con errores ciertamente, pero como pocos, lo que dijo, lo que ofreció, lo está cumpliendo.
Su base electoral estuvo allí y por ello, en mis análisis nunca dudé que ganaría. Muchos políticos deben seguir su ejemplo, en especial en Latinoamérica.
Trump y el Destino Manifiesto:
Él ha manifestado su apoyo al concepto del «Destino Manifiesto».
En su reciente discurso de juramentación como presidente, expresó su intención de que Estados Unidos «expanda su territorio» y «lleve su bandera a nuevos y magníficos horizontes».
En concreto dijo: «Perseguiremos nuestro Destino Manifiesto hasta las estrellas, lanzando astronautas estadounidenses para plantar las barras y estrellas en el planeta Marte».
¿Qué es el «Destino Manifiesto»?
Es una doctrina del siglo XIX que sostenía que Estados Unidos tenía el derecho y la obligación de expandirse por América del Norte, justificando acciones como la anexión de Texas y la guerra con México.
Además, Trump ha utilizado esta doctrina para respaldar políticas expansionistas contemporáneas, incluyendo la propuesta de retomar el control del canal de Panamá y la exploración espacial hacia Marte y el caso de Groenlandia, pasando por cambiar el nombre al Golfo de México.
Algunos medios han opinado sobre las recientes actuaciones de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de América.
BBC
En su reciente discurso de investidura, el presidente Donald Trump revivió esta doctrina para respaldar sus políticas expansionistas, mencionando explícitamente la intención de «recuperar» el control del canal de Panamá y de llevar la bandera estadounidense hasta Marte.
Infobae
Esta referencia al Destino Manifiesto busca conectar sus objetivos actuales con una ideología histórica que promovía la expansión territorial y la influencia global de Estados Unidos. Trump revive la doctrina del Destino Manifiesto en su segundo mandato.
El Confidencial
Sin embargo, los expertos advierten que aplicar esta doctrina en el contexto contemporáneo podría aumentar las tensiones internacionales, especialmente en relación con China, y no necesariamente beneficiaría a Estados Unidos en la competencia global actual.
Críticas:
«Perseguiremos nuestro destino manifiesto», declaró Donald Trump en su discurso inaugural, no sólo aquí en la Tierra sino «en las estrellas… para plantar la bandera de las barras y estrellas en el planeta Marte». Bienvenido a la Era del Expansionismo Interplanetario.
Gran parte del discurso de Trump fue una grandilocuencia vacía.
Prometió «construir el ejército más fuerte que el mundo haya visto jamás», una misión cumplida incluso antes de jurar el cargo. Subrayó que el éxito militar debe medirse «no sólo por las batallas que ganamos, sino también por las guerras que terminamos y… las guerras en las que nunca nos involucramos», pero no mencionó la guerra en Ucrania, que había prometido terminar antes incluso de convertirse en presidente nuevamente.
También falta alguna explicación de cómo se lograría la Paz Trumpiana de la que se jactaba: el poder estadounidense «detendrá todas las guerras» y hará que el mundo sea menos «enojado, violento y totalmente impredecible».
Pronósticos sobre Trump: ¿Buscará un tercer mandato?
Sus enemigos y detractores, revisan, estudian y profundizan sus mensajes, sus acciones y sus relaciones con otros personajes como los relacionados con el nuevo poder de las comunicaciones, o sea, las redes.
Dispongo de poco espacio para desarrollar este punto, no obstante, debo comentar que basó mis sospechas, en lo que dijo Trump a los republicanos del congreso: «Que no volveré a postularme a menos que me digan: Es tan bueno que tenemos que pensar en otra cosa».
Y ¿Cuál sería? Analistas y comentaristas políticos de Washington han señalado que se trató de una broma y que el mismo Trump lo ha desmentido.
Otros han sugerido que Trump pudiera simplemente intentar presentarse en el 2028 y que la Corte decida.
Catedráticos como el profesor Michael McDonnell dice que Trump no tiene escapatoria y no puede aspirar, a menos, y he allí el detalle, que modifique la Constitución para anular la Enmienda 22 que limita el mandato presidencial.
Para lograrlo se requiere el consentimiento de tres cuartas partes de las legislaturas estatales. Aunque el reconocido experto constitucional de la Universidad de Stanford cree posible que teóricamente Trump podría presentarse como candidato a la vicepresidencia en 2028 y luego asumir la presidencia si su compañero de fórmula renunciara inmediatamente después de asumir el cargo.
Esta posibilidad fue vislumbrada en una reconocida serie de Netflix de nombre «Designated Survivor». Tampoco sucedió, pero hubo la posibilidad.
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Para muchos la idea es estúpida y dependerá de otros factores, como sería la calidad de su gobierno y la recuperación política de alguna figura del partido demócrata.
Ese deseo se acerca teóricamente a la tesis del «Destino Manifiesto».
A mi juicio, con Trump nada es «impensable», sobre todo si tomamos en cuenta que permanecer en el poder, por ahora, será la única forma segura de que Trump no vaya a prisión…en cuyo caso, uno podría preguntar ¿Por qué no intentarlo?
Se me acabó el papel…
Ángel Monagas es abogado y comunicador.