Trump inaugura «Alligator Alcatraz»: una cárcel para migrantes rodeada de caimanes

Donald Trump fue recibido con protestas en Florida durante la inauguración del centro de detención «Alligator Alcatraz». Los manifestantes cargaban con carteles y pancartas con mensajes como «Jesús era inmigrante», «No a la gestapo del pantano» y «Nadie es inmigrante en tierra robada»
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, inauguró este martes 1 de julio el centro de detención para migrantes en el estado de Florida. Esta ha sido objeto de polémica porque está rodeada de caimanes.
Antes de salir de Washington, el presidente Trump bromeó ante la prensa sobre los futuros residentes de la prisión: «Les vamos a enseñar cómo huir de un caimán si se escapan». «No corran en línea recta. Corran así», dijo mientras movía la mano en forma de zigzag. «¿Y saben qué? Sus probabilidades aumentan alrededor de un 1%».
Al llegar al centro de detención, Trump felicitó al gobernador de Florida, Ron DeSantis, por haber realizado un trabajo «hermoso» con esta cárcel y adelantó que el lugar puede ser un modelo para el resto del país: «No dejen que Florida sea el único Estado», añadió y el gobernador le respondió: «Necesitamos que otros estados también den un paso al frente».
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La nueva cárcel está ubicada en medio de los Everglades, el extenso sistema de humedales de unos 6.000 kilómetros cuadrados al oeste de Miami y en el centro de la península de Florida.
Las autoridades locales utilizaron las instalaciones del viejo Aeropuerto Dade-Colier para construir el centro: levantaron carpas de lona para albergar a los inmigrantes, instalaron lavabos portátiles y estacionaron decenas de tráileres. Se espera que el centro tendrá una capacidad de 5.000 camas.
Pero Donald Trump fue recibido con protestas. Cientos de personas se quejaron por este centro de detención y grupos de defensa del medioambiente demandaron al estado de Florida para detener la construcción del centro. Argumentaron que el lugar viola las leyes nacionales y federales.
Los manifestantes cargaban con carteles y pancartas con mensajes como «Jesús era inmigrante», «No a la gestapo del pantano» y «Nadie es inmigrante en tierra robada», y coreaban con megáfonos eslóganes como «Alligator Alcatraz: Decimos no» o «No odio, no miedo, todos son bienvenidos».
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