Trump, por Héctor Pérez Marcano

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He advertido sobre la degradación y el descrédito de la política y los políticos como resultado de la decepción de sectores de las sociedades que sufren las consecuencias de ese descrédito. El drama de las minorías, los migrantes por ejemplo, que tienen que arriesgar sus vidas buscando una vida decente es patético y gravísimo. Todos los días el Mediterráneo es escenario de esta indiferencia.
Se está produciendo un movimiento que rechaza a los partidos, a la democracia y al armazón institucional que debe garantizarnos una vida en una sociedad de progreso y bienestar.
En Europa se han puesto de moda los políticos que lideran movimientos reaccionarios.
Cómicos de la televisión superan a dirigentes políticos fogueados. Surgen movimientos como el Cinco Estrellas que en Italia se han hecho poderosos. Crecen los movimientos y líderes reaccionarios a tal punto que el nazismo es acogido con fervor. Así lo demuestra la victoria en una alcaldía europea de un dirigente nazi.
Lo peligroso de estos movimientos es que saben agruparse y actuar con estrategias comunes. Por el otro lado hay indiferencia e ignorancia del peligro que apunta a sustituir las institucionalidades democráticas por valores reaccionarios, fascistas y anti democráticas.
En Ucrania, por ejemplo, un actor de la televisión derrotó al Presidente en ejercicio.
Esas corrientes reaccionarias se agrupan apoyados por líderes como Putin que favorece el desarrollo de estos políticos. Así vemos cómo se solidarizan y apoyan regímenes como el de Siria, Erdogan en Turquía, o a Lukashenko en Bielorrusia.
Hoy hay un movimiento geopolítico dirigido por Putin que favorece estos desarrollos antidemocráticos, al que se suman regímenes como el cubano, el iraní, Corea del Norte y el régimen de Maduro, que sobreviven amparados por este agrupamiento geopolítico que es poderosos y audaz.
A la luz de estos desarrollos es que podemos explicarnos el fenómeno Trump.
¿Cómo es posible que en una sociedad como la norteamericana, de valores e instituciones democráticas sólidas, probadas, pueda surgir un patán político y cautivar a la mitad de la población?
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Trump surge, sorpresivamente, derrotando a una dirigente del pedigrí de Hillary Clinton.
Imbuido de esa victoria desarrolló un ejercicio de la Presidencia autoritario que polarizó al país. Contaminó el lenguaje político, insultó a la prensa, difamó a sus críticos, menospreció a la ciencia en el caso de la pandemia, desdeñó el cambio climático, desgarró familias de migrantes, humilló a las mujeres, incrementó la pobreza y el desempleo. Desconoce a la institucionalidad democrática, amenazó con desconocer la victoria de su adversario, tal como está haciendo.
Mimó a dictadores como el de Corea del Norte, abandonó el multilateralismo, avasalló al Poder Legislativo y subyugó al Poder Judicial. Fortaleció a los evangélicos. Alentó el racismo. Desconoció al fisco. Canceló el seguro médico universal. Minimizó el peligro de la pandemia hasta el punto de que hoy EEUU es el país con el mayor número de afectados: 50.000 mil contagiados diarios.
Aun así, hay que alertar que Trump obtuvo esta vez 7 millones de votos más que en el 2016. Como no se va a quedar quieto, se va a convertir en un grave problema para el Partido Republicano que muchas veces actúa tratando de beneficiarse electoralmente de la popularidad de Trump.
Tremendo problema pues el trumpismo no desaparecerá fácilmente y Trump está demostrando que es un patán político al cual poco le importa el daño que puede hacer a una sociedad como la norteamericana, que tiene siglos rigiéndose por valores de una institucionalidad democrática.
Es una situación peligrosa pues los movimientos antidemocráticos se reúnen y trazan estrategias que sus integrantes cumplen, como es el caso del Foro de Sao Paulo. Los demócratas debieran organizarse para enfrentar este peligro. Putin favorece regímenes como el de Irán que estimula el terrorismo.
Héctor Pérez Marcano fue dirigente político y diputado del Congreso de la República.
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