TSJ retoma viejas costumbres y ordena intervención contra PCV nombrando directiva ad hoc
La intervención del PCV no solo tiene implicaciones políticas, sino también electorales, debido a que quienes tendrán autorización para utilizar la tarjeta electoral oficial de la organización bajo el reconocimiento del Consejo Nacional Electoral (CNE) serán los representantes de la junta ad hoc
Repitiendo el modus operandi utilizado para intervenir partidos opositores en el pasado, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) consumó la toma del Partido Comunista de Venezuela (PCV) al nombrar una junta directiva ad hoc que reemplazará a sus representantes legítimos.
La decisión está contemplada en la sentencia Nº 1160 de la Sala Constitucional del TSJ, en la que se declara procedente una acción de amparo constitucional mediante la cual se nombra una junta directiva ad hoc encabezada por Henry Parra, quien introdujo el recurso de amparo el mes pasado.
La Sala Constitucional alega que esta junta ad hoc tendrá la responsabilidad de «organizar los procesos democráticos internos que garanticen los derechos de participación política de los asociados» del PCV.
Esta sentencia y el amparo introducido un mes antes se sustenta en denuncias de exclusión y corrupción en el seno de la organización, emitidas por las supuestas bases del partido bajo la vocería de Henry Parra, pese a que en noviembre del año pasado se llevaron a cabo elecciones en el partido.
Ahora, gracias a la intervención del TSJ, Parra presidirá la organización acompañado por Sixto Rodríguez como secretario general, Griseldys Herrera como secretaria, Carlos Figueroa como secretario de administración y finanzas, Zoilo Aristegui como secretario de ideología, Joahan Coraspe como secretario de agitación y propaganda, y Robinson García como secretario por el trabajador agrario y campesino.
No es la primera vez que el TSJ es utilizado como brazo ejecutor para intervenir partidos. Ya una situación similar ocurrió a mediados de 2020, cuando partidos de la oposición mayoritaria pertenecientes al denominado G4 fueron tomados con sentencias similares.
El control de estos partidos, a menos como organizaciones reconocidas ante las instituciones en manos del chavismo, pasó a quedar en manos de dirigentes dispuestos a acercarse al chavismo, tal y como ocurrió con las presidencias ad hoc de José Bernabé Gutiérrez en Acción Democrática (AD), José Brito en Primero Justicia (PJ) y José Gregorio Noriega en Voluntad Popular (VP).
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Ya la tolda del gallo rojo tenía tiempo en la mira. Tanto su presidente Perfecto Abreu como el secretario general, Óscar Figuera, denunciaron durante semanas que la administración de Nicolás Maduro intentaría despojarles de sus siglas y símbolos por rechazar sus políticas gubernamentales.
La intervención del partido no solo tiene implicaciones políticas, sino también electorales, debido a que quienes tendrán autorización para utilizar la tarjeta electoral oficial de la organización bajo el reconocimiento del Consejo Nacional Electoral (CNE) serán los representantes de la junta ad hoc.