TV digital secuestrada, por Santiago Boccanegra
Qué lástima que con este gobierno cualquier acción de Estado pasa a tener doble lectura, a generar sospechas (luego confirmadas) y a volver a evidenciar cómo toda acción de gobierno se hace para generar mayor poder político.
Es lo que ocurre también con la Televisión Digital Abierta anunciada y puesta en funcionamiento esta semana. La teoría puede ser atractiva: todo el mundo con televisión de alta calidad (aunque en el país aún ningún canal emite en HD, ni siquiera en widescreen) y con la posibilidad de abrir la parrilla de canales mucho más y permitir conectar todas las regiones con canales de otros estados.
Ver en Caracas lo que sale en otras ciudades puede abrir más las perspectivas de cómo es el país real, y viceversa. Y la competencia haría que los canales mejoren su oferta de contenidos.
Pero hasta allí llega la teoría. En la práctica, la TDA permite al gobierno poner otra alcabala para la emisión de imágenes al público, ya no solo controlando las concesiones sino decidiendo quién entra y quién no en la nueva plataforma que cuando sustituya por completo al «aire» generará un apagón analógico, y con él la muerte de canales enemigos, como bien denunció Globovisión y hasta la MUD. Pero además, viene la segunda parte de la farsa: en lanzamiento de nuevos canales para atender diferentes tipos de contenidos.
El primero, un supuesto canal científico que llamarán ConCiencia a partir de marzo. Todavía recordamos que cuando anunciaban a TVES lo vendían como «una BBC venezolana».
Pura paja. Sirvió como otra plataforma más de propaganda burda del partido de gobierno, el mismo destino que ha sufrido Vive TV, ANTV, VTV (la que más), etc.
El gobierno no hace nada que no implique atornillarlo en el poder, callar las voces no uniformadas. El lanzamiento de la TDA no es la excepción.
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