Un año que viene/Y otro que se va… (Billo), por Marisa Iturriza
Este año está terminando y aunque no seamos muy dados al recuento final (allá cada cual con el suyo) si bien o mal (malísimo) notamos muchas “santamarías” bajadas = + desempleo, en cambio proliferan decenas de dolarizado$ “bodegone$” mostrando exquisiteces importadas junto a productos locales antes comunes y corrientes y ahora DeLuxe por escasez, costo y origen, varios provenientes del paquete clap oficial con onomatopeya de aplauso de comiquita, que contiene algunos como cous-cous o frijolitos chinos que hay que aprender a consumir, junto con harina de maíz nixtamalizado de Tlalneplanta, México; porotos negros de Salta, Argentina; lentejas de Urupuato, Brasil; arroz de Norte Santander, Colombia; espaguetis de Cancaya-Izmir, Turquía; etc. y los del World Food Programme curiosamente Not for Sale.
A pesar del ADN carnívoro no soy afín a la carne porcina, además Emeá dice que no deberíamos comerla debido al parentesco surgido porque a su tío le injertaron parte de un cerdo cuando lo operaron del corazón pero, por tradición navideña cada vez mas diluida, debo adobar eso que antes comprabas en cualquier carnicería, mercado u ¡Horror! carretera: El Pernil.
Lo que me trajeron no es Pernil si no “Paleta” (menos mal “deshuezada” y confiando no radioactiva) de Poccnnckar 0eAepall NA según el sellito con letras al revés De Rusia con amor, país exento de la migración ciudadana que exportamos a granel a otros, y como los rusos prefieren el té, en vez del cafecito de media mañana tomé una taza de té negro en su honor. No tienen la culpa de que aquí escasee no te digo el pernil sino casi todo, pero claro que no para nomenklatura & enchufados.
El Día de los Inocentes procuremos no caer demasiado como tales, sobre todo ante la incertidumbre de cómo serán los de “un año que viene” pues casi todos los del “otro que se va” han sido lo contrario de buenos, pero sea como sea, deseamos a todos un FELIZ AÑO NUEVO compartiendo el inicio del poema Velas, de C. P. Kavafis:
Los días futuros se yerguen ante nosotros
como una hilera de velitas encendidas,
velitas doradas, cálidas y vivas…