Un mes después, la trama de la Operación Gedeón no se detiene pese a las dudas

La Operación Gedeón es una historia interminable por capítulos. Nicolás Maduro dice que hay 57 detenidos, mientras que Tarek William Saab habla de 67 aprehensiones. En el más reciente episodio, Maduro asegura que el presidente Iván Duque prepara una nueva incursión. Mientras tanto, el presidente de la AN, Juan Guaidó, ha sido el blanco perfecto de las acusaciones
La Operación Gedeón es el nombre del plan que el gobierno revolucionario develó el pasado 3 de mayo de 2020, y el que denunció como una movilización de presuntos incursores cuyo objetivo era ir por Nicolás Maduro.
Pero la situación aún está en el limbo para la opinión pública. Reina la incertidumbre, en medio de un abanico de acusaciones contra el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, reconocido como presidente interino por más de 60 países, entre ellos Estados Unidos y Colombia.
Una de las grandes divergencia sobre la Operación Gedeón es el número de detenidos.“De los 62 integrantes, llevamos 57 capturados. Y todos los 22 jefes detenidos lo han confesado todo. Tenemos todo el testimonio, todas las pruebas, toda la verdad a manos de la justicia como debe ser, en pleno respeto de los derechos humanos”, aseguró Maduro el 3 de junio.
Sin embargo, la cifra es menor a la dada por el fiscal constituyente, Tarek William Saab. El funcionario informó el 21 de mayo de la detención de 66 personas, así como la emisión de 99 órdenes de aprehensión y 11 audiencias de delación. Después de esa fecha, han seguido las detenciones de los supuestos implicados, con lo cual el número podría ser mayor.
Tarek William Saab: Con respecto al avance de las investigaciones de la incursión de mercenarios, tenemos lo siguiente: 66 implicados detenidos, 99 órdenes de aprehensión de las cuales 63 aun no se materializan y 11 audiencias de delación
— MinPublicoVE (@MinpublicoVE) May 21, 2020
Las primeras detenciones se dieron el domingo 3 y el lunes 4 de mayo, en Macuto y Chúao, respectivamente.
Gedeón interminable
En la última cola de aprehendidos, figura el capitán de la Guardia Nacional (GN) José Manuel Ramos López, detenido el 29 de mayo por las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES). El oficial fue detenido en Vargas, y según el gobierno, era un desertor de la Fuera Armada Nacional (FAN). Ya el ministro de la Defensa, general en Jefe (Ej.) Vladimir Padrino López, había informado, el 14 de mayo, de la captura de 39 desertores presuntamente relacionados con la Operación Gedeón.
Además, el gobierno vinculó al capitán José Manuel Ramos López con el partido Voluntad Popular (VP), acusado de ser el germen de todo el plan, al punto que el fiscal Saab solicitó al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) determinar si el partido de Guaidó puede ser considerado como terrorista, a partir de una interpretación de la Ley contra la Delincuencia Organizada.
Asimismo, según un video difundido por el gobierno, el capitán Ramos López aseguró estar relacionado con la fallida incursión militar en las costas venezolanas, “bajo las directrices del capitán Antonio Sequea Torres”, y con el seudónimo ‘Loco Loco’.
CAPTURADO el desertor terrorista y uno de los jefes de la incursión mercenaria frustrada “Operación Gedeón”, Jesús Manuel Ramos López (32), alias “Loco Loco”, en “Catia La Mar” del Edo. La Guaira por funcionarios #FAES.
¡INDETENIBLE! #FuriaBolivariana pic.twitter.com/T0TxwQDplR— Comando Aéreo GNB (@GNB_CmdoAereo) May 30, 2020
Audiencias «cómplices» en el Sebin
Dentro del grupo de detenidos en la Operación Gedeón figuran los estadounidenses Luke Alexander Denman y Airam Berry, civiles y militares. Los rangos de los uniformados detenidos van desde capitanes hasta sargentos primeros de la FAN.
“La audiencia de los detenidos del 8 de mayo se dividió en varios grupos. La primera se hizo en horas de la tarde en la sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin). Todas las demás también se hicieron allí, pero con la particularidad de que varias de ellas fueron a las 11 y a las 12 de la noche”, señala el abogado Alonso Medina Roa.
Enfatiza que hubo limitación de acceso a los abogados, que no han podido ser designados, por cuanto la audiencia de presentación se hizo en presencia del juez, el fiscal y la Defensa Pública. Alonso Medina es el defensor de varios de los detenidos, entre ellos los capitanes Antonio Sequea Torres y Víctor Alejandro Pimienta.
“Esto se dio a pesar de que ambas instituciones tenían conocimiento de que en la primera audiencia, los abogados de la defensa, los abogados de confianza, se encontraban en la sede del Sebin. Es decir con una complicidad del Ministerio Público y de la Defensa Pública, teniendo en cuenta que la Defensa Pública es un recurso que ofrece el Estado cuando el defendido no tiene defensor privado o manifiesta que no tiene recursos y solicita la asistencia del Estado”, indica Medina Roa.
En la lista de las audiencias figuraron 15 defensores públicos. El abogado recordó que siguen corriendo los 45 días de investigación para que la Fiscalía presente los actos conclusivos. Pero en el camino, acota, está la limitante del cierre del Ministerio Público, de la imposibilidad de ingresar a los tribunales en medio de la pandemia, con lo cual se afecta el derecho a la defensa.
Dentro de la lista de delitos imputados a los detenidos figuran tráfico ilícito de armas de guerra y asociación, previstos y sancionados en la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo; y conspiración, previsto y sancionado en el Código Penal. El Ministerio Público, además, acusó a algunos de los aprehendidos por traición a la patria y rebelión, previstos y sancionados en el Código Penal; y asociación, tipificado y sancionado en la Ley Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo.
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La historia sigue
Pero el entramado de Gedeón no se detiene. “Tengo informaciones comprobadas que Iván Duque supervisa a través de jefes militares campamentos en Medellín, Antioquía, en Norte de Santander de grupos de mercenarios reagrupados para preparar nuevas incursiones contra Venezuela”, aseveró Nicolás Maduro, el 3 de junio.
En el caso de Estados Unidos, el encargado de negocios para Venezuela, James Story, salvó de responsabilidad tanto a la administración de Donald Trupo como de Juan Guaidó. «Si estuviéramos nosotros involucrados en una cosa así, el resultado sería bien diferente. Nosotros somos el país que encontró a Osama Bin Laden», esgrimió Story.
El gobierno ha mantenido durante un mes que la Operación Gedeón apunta hacia tres principales responsables: Juan Guaidó, Estados Unidos y Colombia.
«Fue en la Casa Blanca el 4 de febrero de este año donde Juan Guaidó se reunió con Jordan Goudreau, fundador de la empresa privada de seguridad y defensa Silvercorp USA, por orden de Donald Trump, para articular el plan de ataque», dijo Maduro el 14 de mayo.
El contrato
Los señalamientos contra Juan Guaidó han sido sucesivamente hechos por el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, el ministro de la Defensa, general en Jefe Vladimir Padrino López, la primera dama, Cilia Flores, y el fiscal Tarek William Saab.
De acuerdo con la revolución, Guaidó firmó un contrato con Silvercorp USA para ejecutar la incursión que buscaba la «captura, detención y remoción» de Maduro, además de la imposición del líder opositor al frente del gobierno.
Sobre el contrato, Juan José (JJ) Rendón, exasesor de Guaidó y quien renunció a los días de conocerse de la Operación Gedeón, admitió que firmó con el contratista militar Jordan Goudreau, a quien pagó 50.000 dólares. Según Rendón, Guaidó no suscribió el contrato y, por tanto, no se dio el aval para el plan.
La Fiscalía solicitó la captura de Juan Guaidó, así como de JJ Rendón y Sergio Vergara, también exasesor del presidente de la AN, acusados por “el diseño, financiamiento y ejecución del plan”.
El presidente de la AN, reconocido como presidente interino por más de 60 países, se desmarcó de la Operación Gedeón. «Como una fase exploratoria” calificó Guaidó los acercamientos que tuvo con Jordan Groudeau. Además, subrayó que no hubo órdenes para proseguir con la operación.
“Engañaron a una cantidad de primeros tenientes, capitanes y sargentos para masacrarlos. La única sorpresa es que el peñero tenía gasolina, porque los pescadores venezolanos no la tienen para hacer su trabajo”, aseveró Guaidó.El dirigente opositor, en medio de cuestionamientos de partidos opositores -entre ellos Primero Justicia-, reiteró que su camino es el de la constitucionalidad.
El gobierno asegura tener pruebas, de acuerdo a las delaciones que dice obtuvo, de la vinculación de varios dirigentes de VP con la Operación Gedeón, así como del mayor general retirado Cliver Alcalá Cordones, desde abril en poder de la DEA, y del diputado Hernán Alemán (Acción Democrática), quien está en el exilio.
Alemán dio un paso adelante y aseveró que la operación fracasó desde que el general Clíver Alcalá Cordones y el estadoounidense Jordan Groudeau se separaron del plan. Sostuvo que el gobierno, en efecto, logró infiltrar a varias personas.
«Desde aquí la situación prácticamente se nos vino abajo. La operación fue vendida y entregada, el régimen penetró una gente allí», dijo el parlamentario de AD, el 19 de mayo.
Sin embargo, contrario a lo dicho por el gobierno, Alemán dijo que el objetivo no era «volar» Miraflores.
¿Cómo entraron?
La FAN mantiene su plan de escudriñamiento en todo el territorio nacional para la captura de los presuntos incursores. El plan se rige bajo los lineamientos del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional.
Hasta el 3 de junio, las detenciones se realizaron en varios estados: Vargas, Aragua, Zulia, Falcón, Anzoátegui y en la frontera con Colombia. Dentro de las dudas sobre la operación se encuentra la forma cómo los presuntos incursores habrían llegado a las costas venezolanas.
“La secuencia o resultados de la Operación Gedeón que han mostrado los voceros del régimen hablan de una situación confusa que no tiene explicación de carácter operacional ni militar”, señaló el sociólogo militar y coronel retirado José Manchillanda, cuando fue consultado sobre el plan.
Por su parte, el vicealmirante retirado Jesús Briceño García, excomandante de la Armada, llamó la atención en su momento sobre algunos elementos clave: No hubo desembarco alguno durante la operación, en el caso de una incursión se necesita del apoyo logístico y de comunicaciones, de equipamiento y de uniformes adecuados; los detenidos, no lucen como que fueran de operaciones especiales.
Asimismo, según el militar retirado, “Sí realmente hubo el intento de una incursión fue mal calculada, no hubo criterios operacionales y habría sido infiltrada por la contrainteligencia”.
El gobierno informó que en el operativo del 3 de mayo, hubo 8 presuntos incursores muertos. Pero en este punto la información que se ha dado sigue siendo confusa, puesto que a excepción del capitán Robert Colina (alias Pantera) no se ha hablado de esos otros presuntos fallecidos. De hecho, ningún familiar -con la excepción de los Colina- se ha hecho eco de las hipotéticas muertes.