Un nuevo 23 para el deporte, por Jesús Elorza
X: @jesuselorza
En el aniversario de la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez, atletas, entrenadores y dirigentes del sector deportivo conversaban animadamente sobre la significación de los hechos ocurridos el 23 de enero de 1958. Democracia y Dictadura eran los conceptos que más se repetían en la tertulia. Uno de los dirigentes deportivos con muchos años de trayectoria intervino para hacer una pequeña síntesis de la transición del deporte con la llegada de la democracia. Y en sus palabras señaló que:
-Después del derrocamiento de «mi general» Marcos Pérez Jiménez, el gobierno, que surgió del proceso electoral, a través del Doctor Carlos Parisca Mendoza en su condición de presidente del Instituto Nacional de Deporte puso en práctica el programa de Los Juegos Deportivos Nacionales como expresión del potencial deportivo nacional y la apertura de la Escuela Nacional de Entrenadores Deportivos (ENED) con la finalidad de formar un docente deportivo que se encargara de desarrollar los programas del sector en todo el país. Posteriormente, se declaró al deporte materia de interés público y se hizo obligatoria su práctica en todos los niveles y modalidades del sistema educativo. Lo que se tradujo de inmediato en el fortalecimiento de los Juegos Escolares, Inter liceístas, Inter escuelas técnicas y los Juegos Universitarios.
Dado, el incremento de los practicantes se creó el Programa de Promoción Deportiva para llevar el deporte organizado a todas las comunidades. Uno de los más destacados en el sector comunitario fue el de Recreación Dirigida en los parques del Consejo Venezolano del Niño (CVN).
Para atender el deporte de alto rendimiento, fueron creadas: La Dirección de Alta Competencia, Las Selecciones Permanentes y el programa de Asistencia Social Integral al Atleta.
Mención especial merece el hecho de la aprobación de la Ley del Deporte que consagró a la actividad como derecho de los ciudadanos, y con visión futurista contempló la creación del Consejo Nacional del Deporte, que con representación de todos los sectores sería el encargado de asesorar al ejecutivo nacional en la figura del presidente de la Republica en todo lo concerniente a la planificación deportiva.
En materia de deporte profesional, se desarrollaron las Ligas Especiales y se fortaleció al boxeo, futbol y béisbol que ya tenían un camino recorrido. Al sector empresarial, se les reconoció como desgravamen, su aporte económico para con el deporte.
El proceso de descentralización, con la elección directa de concejales, alcaldes, y gobernadores permitió el impulso necesario para el desarrollo de la actividad deportiva en todo el territorio nacional.
En materia de rendimiento, debo decir, para finalizar que, en todo ese tiempo de gobiernos democráticos (1958-1998), mantuvimos la hegemonía en los Juegos Deportivos Bolivarianos.
Un entrenador intervino en la tertulia para exponer con fuertes palabras que el transito democrático se vio trastocado con la llegada de un régimen auto denominado «Revolucionario Socialista Bolivariano Siglo XXI» que progresivamente llevó al deporte a un esquema totalitario semejante al de la dictadura militar derrocada en el 58. En consecuencia, siguiendo la doctrina de los camaradas cubanos, procedieron en su mal llamada 5ª Republica, a desmantelar todo el aparataje ideológico de la democracia que dominaba al sector deportivo, implementando las siguientes acciones políticas:
-La Recentralización. Eliminando cualquier vestigio descentralizado a nivel municipal o regional, concentrando todo el poder en manos del ministerio del deporte. La inmediata firma de un convenio con Cuba para permitir la importación de 10. 000 «entrenadores» al país. La repartición de la sede de los Juegos Nacionales en varias ciudades, para ampliar el poder de asignación directa de contratos para alojamiento, alimentación, transportación, compra de material deportivo y construcción de instalaciones deportivas a los camaradas miembros del partido único de la revolución.
Sustitución, de los juegos escolares, por los Juegos del ALBA. Someter a las Federaciones Deportivas con el chantaje de las asignaciones presupuestarias o las arbitrarias intervenciones para eliminarles su autonomía y hacerlas serviles al régimen. Imponer a los Consejos Comunales y Las Comunas como rectores del deporte.
Uso, indiscriminado de los recursos del Estado, para el fortalecimiento del partido a través de nóminas paralelas. Compra de apoyos de los atletas con maletinazos de dólares o euros. Lavado de dinero, con operaciones cambiarias ilícitas o colocaciones en bancos del extranjero.
*Lea también: La bestia contra los educadores, por Jesús Elorza
Manejo, discrecional y sin rendición de cuentas de los dineros del Fondo Nacional para el Deporte. La imposición tributaria no desgrávale a los aportes empresariales. El asalto al Comité Olímpico.
Dos hechos, de suma importancia pueden resumir la actuación revolucionaria en los deportes: Uno, la autocrática e inconsulta aprobación de una Ley Orgánica para el deporte que contempla como política central ¡¡¡El totalitarismo en el deporte!!!
Y el otro, haber perdido por primera vez en la historia de la era democrática, la supremacía de los Juegos Deportivos Bolivarianos, frente a Colombia.
Los atletas intervienen para señalar el apoyo a todo lo expresado por los entrenadores y agregar a esa lista de acciones contra el deporte la suspensión indefinida de los Juegos Deportivos Nacionales
Sin lugar a dudas, los atletas, entrenadores y dirigentes queremos expresar que, hoy asistimos a la confirmación del fracaso del proyecto de la élite corrupta, ostentosa y derrochadora que saquea el país y lo arruina, cuyo comportamiento contrasta con el hambre y el sufrimiento de los ciudadanos. Bajo su égida no existe posibilidad de superar la crisis. La camarilla encabezada por Maduro es responsable de la misma y es el principal obstáculo para su superación.
En consecuencia, honrar el significado histórico del 23 de enero supone emular sus principales enseñanzas: unidad nacional para derrotar la dictadura, reconstruir el país y edificar una nueva democracia con equidad y justicia social, con soberanía nacional, progreso y bienestar para todas y todos.
Un Deporte Mejor solo será posible con un cambio de gobierno que consolide los caminos de Libertad y Democracia.
Jesús Elorza es Licenciado en Educación, profesor en la UPEL