Una comisaría incendiada y 27 heridos dejan enfrentamientos al sur de Perú
Este sábado 4 de marzo, nuevos enfrentamientos dejaron 27 heridos, entre ellos 10 policías. Según los reportes oficiales del gobierno de Perú, la Comisaría de Juli, en la región de Puno, resultó incendidada
Los ministerios peruanos de Defensa y del Interior condenaron enérgicamente el ataque e incendio de la comisaría del distrito de Juli, en la surandina región Puno, cometido este sábado por manifestantes antigubernamentales y señaló que hay 27 heridos, a raíz de los enfrentamientos en esa localidad.
En un comunicado conjunto, ambos ministerios señalaron que «aproximadamente 300 violentistas» atacaron la comisaría de Juli con piedras y objetos contundentes por varias horas, a pesar de los intentos del oficial a cargo de dialogar con los manifestantes.
Los efectivos intentaron repeler el ataque pero fueron rebasados en número por los «extremistas», quienes incendiaron diversos ambientes de la comisaría con bombas tipo molotov, añadió la fuente oficial, citó EFE.
A raíz del ataque resultaron heridos 10 policías, que fueron evacuados en helicóptero, y también siete civiles que fueron atendidos en el hospital Rafael Ortiz Ravines.
En forma paralela, agregó el comunicado, otro grupo atacó la base militar de Juli, establecida temporalmente en un hotel, lo que provocó lesiones a diez efectivos del Ejército, que presentan contusiones y cortes en cabeza y brazos.
Los manifestantes continúan exigiendo la renuncia de Dina Boluarte, quien este martes 7 de marzo cumple tres meses en el poder en sustitución del expresidente Pedro Castillo.
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Además, se produjo otro «condenable» ataque contra la sede del Poder Judicial y se quemaron vehículos de la comisaría, del personal de la Policía y de la patrulla militar.
«La violencia contra instalaciones estatales, así como contra el personal policial y el servicio militar que se encuentra al interior de las mismas, no tiene justificación alguna», razón por lo cual se han iniciado las investigaciones para identificar a los responsables y entablar las acciones legales correspondientes, agregó el Ejecutivo.
La región de Puno, en la que se encuentra Juli, mantiene los bloqueos de caminos y paros de actividades desde enero pasado en que sus pobladores salieron a las calles a exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y una dura represión provocó la muerte de 18 personas en la vecina ciudad de Juliaca.