Unas líneas a mi padre, Joaquín Sanabria, por Rafael A. Sanabria M.
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El Zurdo de Oro del Béisbol
Con los apelativos de Pítcher Estrella, Zurdo de Oro y el zurdo de las curvas diabólicas, fue conocido en su tiempo. Joaquín Antonio Sanabria Díaz defendió desde el montículo los colores de la tierra de Revenga. Todavía anda en las voces de los consejeños el nombre del decano de los lanzadores, que arrancó del público, del aficionado, lágrimas y aplausos cada tarde dominical.
La historia del béisbol le nombra único lanzador sacado en hombros del campo de juego, después de haber alcanzado el éxito en una jornada deportiva, escena que no ha vuelto a ver la pelota consejeña. (siempre lo refería su mánager Rafael Enrique Méndez).
Su estilo de lanzamiento le permitió tener siempre seguridad y de hecho al realizar el último lanzamiento tenía por costumbre colocarse el guante en la axila y venirse caminando al dogout.
Descolló brillantemente en la pelota amateur por su singularidad al lanzar las curvas, las cuales le dieron un nombre y sitio especial en la vida de El Consejo.
Nace en El Consejo el 16 de agosto de 1935, hijo de Mamerto Antonio Alfonzo Moreno (miembro de diferentes juntas comunales de El Consejo, alguacil del tribunal El Consejo y comerciante) y de Petra Antonia Sanabria Díaz.
Fue llevado a la pila bautismal de la SIP Nuestra Señora del Buen Consejo, según libro de bautismo Nro. 24 de la parroquia, el 3 de mayo de 1936 por el presbítero Guillermo Parra, siendo sus padrinos: Rafael Alfonzo y María de Jesús Matos de Ferrera. El 9 de septiembre de 1939 durante las fiestas patronales de Nuestra Sra. del Buen Consejo, es confirmado por el arzobispo de Guayana y auxiliar de Caracas Excmo. y Rvdmo. Dr. Miguel A. Mejías. Siendo su padrino: Juan Antonio Hernández Aponte (Juan Payares).
Realizó su primaria en la escuela federal Juan Uslar. En 1957 ingresó a la nómina de la CA Ron Santa Teresa, fungiendo como operador de línea durante 25 años de servicio.
Contrajo nupcias con Carmen Gregoria Martínez, el 7 de noviembre de 1960, fruto de su matrimonio nacen: Miguel Alonso, Petra Zunilde (Sunda), Argenis Joaquín, María Eugenia (fallecida), Richard Eladio y Rafael Antonio Sanabria Martínez.
Inicia la carrera deportiva en 1957 con el equipo Santa Teresa BBC en la categoría clase A, Para luego vestir otras franelas: Deportivo Consejo, Deportivo Unión, Sintracarst, Sitibeb, Cañeros, entre otros.
Incursionó en la pelota doble A en el estado Miranda con los equipos Los Mochos, Currucai y Policía de los Teques. Alcanza un nacional con la selección del estado Miranda, logrando el champions pítcher por efectividad (1960).
Posteriormente integra parte del cuerpo deportivo del estado Portuguesa, al pertenecer al equipo Águilas de Guanare, alcanzando un nacional, del cual siempre evocaba que jugó con José González (Gloria de nuestro béisbol consejeño) y lanzó dos no hit no run (1963).
Una de las anécdotas más recordadas por mi papá fue el campeonato distrital de 1958, cuando el público tumbó la tela metálica del viejo estadio de La Victoria, todo acontece en el último juego cuando debutan los eternos rivales del béisbol amateur Santa Teresa BBC y Kola El Polo de La Victoria. En ese campeonato se jugaron 8 juegos y se perdió uno, cuatro ganó Joaquín Sanabria y tres Tomás Blanco. Esa tarde el pueblo consejeño había abandonado sus quehaceres para ir al encuentro deportivo que le dio la victoria al Santa Teresa BBC con score de 7 x 3. El pítcher ganador fue Joaquín Sanabria, lo que motivó tumbar la tela metálica por parte de los aficionados. Siempre aguardaba este recuerdo, tal vez puede ser considerado un hecho sencillo, pero para él fue una gran hazaña.
Sin duda que fue el sempiterno pítcher de aquel béisbol romántico que dominó a cuanto bateador se parara en home con sus aguerridas curvas diabólicas.
De mi padre aprendí la devoción por la lectura, pues era ávido lector de los diarios regionales y nacionales, tenía una memoria envidiable y siempre apuntaba en un cuaderno hechos importantes del pueblo.
Como todo ser humano tuvo defectos, pero también grandes virtudes; junto a mamá forjó una institución familiar donde ambos tallaron gente de bien.
El legado de mi padre fue un lenguaje que habló toda la familia, hasta mi madre conocía bien del deporte de las cuatro esquinas. De ahí que él siempre decía aquel refrán: “lo que se hereda no se roba”.
Ciertamente mi papá nos enseñó a defender un partido, pero no político, un partido que se llama béisbol.
El 8 de septiembre de 1995, en un acto sencillo y cargado de afecto, organizado por Rómulo Aponte Mejías y Leancy Tovar Hernández (promotores culturales para la época), en la estación Santa Teresa de El Consejo, le es conferida la orden Samán de Aragua por la Gobernación del Estado Aragua y la orden Ciudad de La Victoria por el Ilustre Concejo Municipal de José Félix Ribas.
Fue merecedor de todas las distinciones que otorga el deporte regional y municipal. Su nombre fue epónimo de muchos campeonatos de béisbol y softbol en El Consejo.
Joaquín Sanabria se marchó un 4 de enero por la tarde, acompañado de sus familiares y del terruño consejeño, población amiga compartidora de tristezas y silencios, como buena amiga increpando el hombro a la fuerte madera del ataúd. Es mucho el significado de su actuación deportiva por la energía con que la vivió, por el espíritu de beisbolero inserto a esta causa. Llegar a ser uno de los pítchers consejeños de mayor trascendencia, significó exteriorizarse como precursor del espectro beisbolístico.
Las curvas diabólicas de Joaquín fueron viajeras dentro de la geografía aragüeña como fuera de ella. Su pequeña estatura no demostraba nada, pero su habilidad e inteligencia para lanzar le otorgaron diferentes triunfos al gentilicio deportivo de El Consejo, Aragua, Miranda y Portuguesa.
Joaquín Sanabria pasa a la historia consejeña del béisbol como el pítcher de todos los tiempos. Dejó escrito en cada ladrillo de este gran edificio deportivo, un nombre que cubre la catedral del deporte consejeño del beisbol, ese popular pasatiempo que responde a un rito con que el aficionado y comulga cada día.
Quizás abandonaste los predios de El Consejo sin pensar tal vez que habías dejado una verdadera historia del pitcheo que resume la historia del popular deporte de las cuatro esquinas. Dejó como ciudadano una hermosa lección de lo importante que es tomar un rolling en gran forma, como sacar en el día el out de una buena acción ciudadana.
El béisbol es la vida. Por eso en el cielo integras una nueva novena, donde en el line-up, nunca faltará tu nombre ni tu posición como lanzador.
¡Adiós Papá!
Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
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