Unidad o desastre, por Xabier Coscojuela
Lamentablemente la negociación entre el gobierno de Nicolás Maduro y los sectores democráticos del país, que se estuvo produciendo en la República Dominicana, no llegó a un acuerdo entre las partes. Las noticias que se han divulgado ponen de manifiesto que quienes gobiernan no estuvieron nunca dispuestos a llegar al entendimiento. La propuesta hecha por los cancilleres acompañantes los deja desnudos, también queda muy mal parado el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, para las próximas negociaciones, que esperemos que se produzcan más pronto que tarde, este personaje no debe estar presente.
Creemos que la oposición acometió esta iniciativa con una falla de origen: la delegación no fue integrada por todos los factores que debieron conformarla. Nos parece que se debieron hacer los esfuerzos necesarios para que allí estuvieran representantes de La Causa R y de Avanzada Progresista. Agregar una comisión técnica conformada por gente de primer nivel, fue un acierto.
El desempeño de los que integraron la delegación nos parece bastante bueno, pero creemos que tuvieron fallos a la hora de comunicar lo que hacían y de enfrentar las reiteradas mentiras que propalaban los voceros gubernamentales. Entendemos que en ocasiones había que hacer consultas internas para fijar una posición, pero poner al descubierto, de manera contundente, las reiteradas mentiras de Jorge Rodríguez fue un fallo.
Ahora no hay acuerdo y hay elecciones. Participar o no es el primer punto a resolver. Nosotros inicialmente éramos partidarios de participar, pero la decisión de anular a la Mesa de la Unidad Democrática, Primero Justicia y Voluntad Popular, nos hace reconsiderar la situación. Seguimos creyendo que hay una posibilidad grande de derrotar al gobierno con los votos, que la inmensa mayoría de los venezolanos quieren salir de este desastre por la vía pacífica y democrática.
En todo caso, esperamos que lo que se decida sea fruto de un análisis político hecho con el cerebro y no con el hígado. Que sea bien discutido. Que lo que se acuerde sea una decisión unitaria. Lo más grave que puede ocurrir en un momento como este es que se produzca una división en la oposición. Sería un desastre total.
Deja un comentario