Unión Europea: la voluntad del pueblo debe respetarse, por Marino J. González R.
La situación de Venezuela después de la elección presidencial del 28 de julio ha sido de especial preocupación para la Unión Europea. La primera declaración del Alto Representante Josep Borrell se produjo el 29 de julio. En esta declaración se indicó taxativamente: «la voluntad del pueblo venezolano debe respetarse». Se hacía también una exhortación al Consejo Nacional Electoral (CNE) para que actuara con la máxima transparencia en el proceso de tabulación de los resultados.
A renglón seguido, la declaración señaló las numerosos fallas e irregularidades detectadas en la elección, así como la decepción por no haberse aplicado las recomendaciones de la Misión de Observación Electoral de la UE de 2021. De manera enfática la UE expresó preocupación por las detenciones arbitrarias, y la intimidación de miembros de la oposición y de la sociedad civil.
Al día siguiente, 30 de julio, se da a conocer la segunda declaración de la UE. En esta oportunidad establecía la inconveniencia de declarar resultados definitivos cuando no se han podido verificar. Se hace un nuevo llamado a la garantía de la transparencia y la integridad del proceso electoral. Así mismo se demanda al CNE que facilite el acceso inmediato a las actas de votación de todas las mesas electorales. Y se indica claramente: «Hasta que las autoridades no publiquen las actas y no sean verificadas, los resultados anunciados no podrán ser reconocidos».
El 4 de agosto, esta vez expresando la posición conjunta de los 27 países de la UE, el Alto Representante anuncia la tercera declaración. Se señala que los informes de las misiones internacionales afirman que la elección presidencial de Venezuela no cumplió con los criterios de integridad electoral aceptados internacionalmente. Se insiste nuevamente en que los resultados anunciados por el CNE el 2 de agosto no pueden reconocerse. La UE propone que se realice la verificación independiente de las actas electorales, por parte de una «entidad internacional de renombre».
En el mismo texto, al final de la declaración, se señala: «El respeto de la voluntad del pueblo venezolano sigue siendo la única vía para que Venezuela restablezca la democracia y resuelva la actual crisis humanitaria y socioeconómica».
A principios de esta semana, en nota aparecida en su blog oficial, el Alto Representante Borrell, expresa: «La solución a este impasse reside en el diálogo, la transparencia, y el respeto a la soberanía y voluntad del pueblo venezolano». Más adelante señala: «Venezuela está atravesando momentos críticos. La comunidad internacional debe defender el proceso democrático y garantizar las condiciones para que el pueblo venezolano ejerza sus derechos civiles y políticos».
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Finalmente, el Alto Representante reitera un clamor universal: «Ahora mismo, además de las actas y un diálogo franco para restaurar la democracia, lo más urgente es que las autoridades venezolanas pongan fin y de forma inmediata a las detenciones arbitrarias y a la represión». Esperemos que el clamor sea atendido a la brevedad.
Marino J. González es PhD en Políticas Públicas, profesor en la USB. Miembro Correspondiente Nacional de la Academia Nacional de Medicina. Miembro de la Academia de Ciencias de América Latina (ACAL).
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