Vejez en riesgo: la protección social para adultos mayores es «letra muerta»
A falta de políticas eficientes por parte del Estado, los ancianos en Venezuela sobreviven gracias al altruismo de las organizaciones y de las bonificaciones, cada vez más deficientes, entregadas por el sistema Patria
En medio de una crisis humanitaria compleja, los adultos mayores en Venezuela han sido víctimas de burlas, violencia y falsas promesas por parte de los gobernantes. Así lo han expresado organizaciones de la sociedad civil que afirman que los ancianos dependen de la ayuda de instituciones para acceder a alimentos y medicinas, pues la pensión que reciben no sobrepasa los cinco dólares mensuales.
Edgar Silva, coordinador nacional del Comité de Derechos Humanos para la Defensa de los Pensionados, Jubilados, Personas Adultas Mayores y Personas con Discapacidad, en entrevista para TalCual, aseguró que los anuncios realizados por el gobierno para ayudar a la población de la tercera edad han sido «letra muerta».
«En 11 años de gobierno, el presidente Nicolás Maduro ha prometido públicamente la atención especial para los pensionados y personas de la tercera edad en el país, que de acuerdo a la Ley del Seguro Social comprende desde los 55 años para las mujeres y 60 años los hombres, sin embargo, estas leyes y planes nunca terminaron de gestarse», dijo Silva.
Silva citó algunas de las promesas realizadas por el gobernante: en el año 2014, desde el Palacio de Miraflores, el mandatario se comprometió a entregar una tarjeta para salud y turismo para la tercera edad; en 2017 aseguró que restablecería el pago a los pensionados en el exterior; y en 2022 ofreció un Bono Único Compensatorio a jubilados con un valor de 10.000 bolívares. Promesas que -puntualizó Silva- hasta ahora no ha cumplido.
En el mes de mayo, a dos meses de las elecciones presidenciales, el jefe de Estado anunció la creación del Ministerio del Poder Popular para los Adultos Mayores, y con ello un Clap Especial (Comité Local de Abastecimiento y Producción) para mejorar la alimentación de los abuelos, mientras entraba vigor la nueva Ley de Pensiones. A solo cinco días para las elecciones presidenciales no se conocen los detalles o el funcionamiento de estos planes.
“Han pasado ya casi 2 meses y las pensiones siguen siendo igual de miserables. Todo lo que Maduro promete a los adultos mayores es letra muerta, creyendo que va a captar votos en el sector con esas falsas promesas”, aseguró Silva.
Silva contó con pesar que los ancianos se mantienen gracias a las ayudas de familiares, organizaciones de la sociedad civil y la labor de iglesias de diferentes índoles. Estas proporcionan albergue, alimentos y atención médica. Otros se valen de las redes sociales para hacer rifas o pedir apoyo ante su situación. “Sin ayuda familiar, ni de organizaciones no pueden sobrevivir” dijo.
Tal es el caso del profesor jubilado Alexis Villegas, quien se encuentra en condición de indigencia. Por años se dedicó a dictar clases de física, siendo un reconocido educador en el estado Aragua, pero por la precaria situación económica ahora vive en el abandono.
#Denuncia | Prof Teodomiro Aguilar denuncia situacion de indigencia del prof jubilado de Física en #Aragua Alexis Villegas. Solicita atención para este educador a la gobernadora @Soykarinacarpio y secretario de gobierno G/D Pedro Luis Bellorín.
Únete a la campaña 👇… pic.twitter.com/oE2Or9tqyq
— MESR (@EducadoresMESR) June 30, 2024
Este lunes, el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) pagó la pensión correspondiente al mes de agosto, pero sin aumento. Nuevamente, los adultos mayores cobraron los 130 bolívares que devengan desde marzo del año 2022.
«45 años coticé al Seguro Social para hoy no tener pensión…estoy dispuesto a morir luchando en la calle».
Oigan el dramático testimonio de este pensionado venezolano.#NoAlExterminio#PensionesDignasVzla#SeguridadSocialIntegral #NoMasDemagogiaElectorera pic.twitter.com/4GX7ye5bRd— PensionadosVzla (@PensionadosVzla) June 3, 2024
Desde el último aumento salarial han pasado más de 800 días, lo que afecta no solo a los trabajadores públicos, sino también a jubilados y pensionados, quienes devengan mensualmente 130 bolívares más bonificaciones que completan unos 130 dólares. Aunque este valor no aumenta, la canasta básica alimentaria sigue su tendencia al alza.
63% de los adultos mayores perciben entre 10 y 100 dólares mensuales, según el estudio realizado por la ONG Convite “Evaluación de Condiciones de Vida y Salud de las Personas Mayores en Venezuela en 2023” presentado en febrero del 2024. El informe también señala que 41% de los venezolanos mayores de 60 años se encuentran pensionados, 24% se registró en la misión Amor Mayor del Sistema Patria y 16% está jubilado en el presente.
El beneficio que se depositó este lunes en las cuentas bancarias de los pensionados es equivalente a 3,55 dólares al tipo de cambio del Banco Central de Venezuela (BCV). Un monto muy por debajo de la Canasta Alimentaria Familiar de 550 dólares o 22.098 bolívares.
*Lea también: Maduro designó a Rafael Argotti como nuevo ministro para los Adultos Mayores
Derechos invisibilizados
En el mes de septiembre de 2022, la ONG Convite presentó el informe “Derechos de las personas mayores: balance y consideraciones sobre su derecho a la salud, la educación y la recreación” en el que destacan que en el país los ancianos “emergen como uno de los grupos cuyos derechos han sido postergados e invisibilizados desde el Estado, con un desarrollo legal e institucional que no ha ido a la par de los debates que se han dado a nivel internacional”.
A pesar de que en la Constitución se encuentran plasmados derechos y responsabilidades del Estado en cuanto a esta población, “el desarrollo de este marco legal no se ha traducido en medidas concretas que permitan la realización de los derechos de este grupo, con una marcada ausencia de políticas públicas integrales que garanticen la dignidad, autonomía y calidad de vida en la vejez”.
De acuerdo con estimaciones del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía, actualmente 3,6 millones de personas en el país tienen 60 años y más (56% mujeres y 44% hombres). Esta cifra representa el 12% del total de la población venezolana y según las cifras manejadas por el Comité de Derechos Humanos para la Defensa de los Pensionados, Jubilados, Personas Adultas Mayores y Personas con Discapacidad, son más de 5 millones de adultos mayores los que se encuentran atravesando una emergencia humanitaria compleja.
Sin garantías para su atención médica o una alimentación balanceada, los ancianos dependen de las bonificaciones del gobierno y de las bolsas CLAP, cuya distribución cada vez es más deficiente.
En el aspecto de la salud, según el informe de Convite, 61% admitió que no acude a consultas médicas periódicas y 51% compra los medicamentos que requiere con mucha dificultad.
Migración
La migración es otro de los factores que ha desfavorecido a los ancianos. Mientras sus familiares más jóvenes buscan un mejor futuro en otros países, los abuelos son abandonados o muchos son encargados de cuidar a sus nietos, con un corto apoyo económico que envían los migrantes desde su nueva residencia.
Luis Cabezas, director de la organización Convite, alertó que más de 10% de los adultos mayores viven solos en Venezuela, lo que corresponde a “480 mil ancianos que sobreviven con un ingreso que no pasa los 10 dólares al mes. y que además carecen de medicación para hipertensión y diabetes y de una dieta acorde a su edad”.
La encuesta de la organización también destacó que 8% de los consultados piden dinero prestado para cubrir sus gastos, 48% aseguró recibir ayuda de familiares, 27% recibe remesas, y 16% respondió que recibe dinero por otros medios. Sin embargo, 93% aseguró que gasta más de lo que recibe al mes.
Trabajos informales
Ante la poca ayuda que tienen y los sueldos tan bajos, muchos adultos mayores se ven obligados a trabajar en las calles. El informe de Convite refiere que 38% se encuentran laborando de manera informal: servicios a domicilio, buhonería, albañilería o pequeños emprendimientos.
Por lo rudimentario y a veces improvisado de su trabajo, se encuentran expuestos a la inseguridad y delincuencia. Los datos de la ONG refieren que 350 venezolanos de la tercera edad murieron de forma violenta en 2023, el principal móvil documentado fueron las riñas.
También registra que 17 hombres y cinco mujeres mayores decidieron acabar con su vida en el segundo semestre del año pasado. Además, 18 personas murieron a mano de un familiar, vecino o conocido.
Wilson García, de 63 años, es un anciano con una condición médica, ha trabajado toda su vida y ahora se dedica a cuidar carros frente a un supermercado en Barquisimeto, estado Lara. Con las pocas limosnas que obtiene compra alimentos y sus medicinas. Vive solo y en varias oportunidades ha sido víctima de la violencia en su puesto de parquero.
Fue agredido por un joven sin hogar que quería pedir dinero a las afueras del comercio, al percatarse de la situación vecinos del sector le defendieron y le brindaron el apoyo para que pudiese seguir con sus labores.
A muy corta edad sufrió una parálisis que le dejó secuelas y dificultades para caminar y desde muy joven tuvo que asumir responsabilidades en su hogar, por lo que no pudo culminar sus estudios. Sin embargo, relata que siempre trabajó para ganarse la vida y planea seguir haciéndolo.