Venezolanos en Bolivia le buscan la vuelta al paso fronterizo hacia Chile
Entre las opciones destaca la ruta de Uyuni, en Bolivia, hacia Calama, en Chile; una ruta conocida por sus temperaturas extremadamente bajas. También consideran migrar hacia Argentina e intentar ingresar a Chile desde ese país
La crisis migratoria de Venezuela entró en una nueva etapa en medio de la pandemia, con grupos de venezolanos en búsqueda de rutas poco usuales para ingresar a paíes de la región pese a las limitaciones de acceso, el cierre de las fronteras y las políticas antimigratorias que cada vez más gobiernos ponen en práctica.
Esta situación se evidencia ahora en el poblado de Pisiga, en Bolivia, lugar al cual diversos grupos de venezolanos han acudido en las últimas semanas para emprender su camino hacia Chile, cruzando el altiplano boliviano, a más de 3.800 metros sobre el nivel del mar.
A raíz de las barreras encontradas recientemente como consecuencia de las medidas tomadas por el gobierno de Sebastián Piñera, que reforzó el control fronterizo en esa zona, estos venezolanos empiezan a buscar rutas alternativas para encontrar pasos fronterizos que conecten con Chile, según reportó EFE.
Más de mil extranjeros ingresaron a Chile mediante esta ruta en menos de una semana, durante febrero, lo que provocó un colapso en el pequeño pueblo chileno de Colchane, que no podía recibir tal masa de personas en tan poco tiempo.
Tras desabastecimiento, enfrentamientos e incluso la muerte de dos viajeros en la travesía fronteriza, el gobierno chileno decidió deportar a más de 100 migrantes que ingresaron por esta ruta, y desplegar sus fuerzas militares para recrudecer el control fronterizo.
La decisión de Piñera ha provocado un descenso importante en la cantidad de personas que viajan desde Oruro -la última ciudad grande antes de llegar a la frontera boliviana- y Pisiga, en un recorrido de 234 kilómetros que en las últimas semanas solía ser transitado por grupos de entre 45 y 75 caminantes.
De acuerdo con declaraciones del responsable distrital de migración en Oruro, Gilmar López, el número de viajeros «ha bajado notablemente», ya que las fuerzas de seguridad chilena incrementaron los controles en la frontera y «ya no les están dejando entrar con normalidad», según confesó a EFE.
Para Bolivia, el cese supone un cambio en la conducta de las poblaciones migratorias de venezolanos en su país, ya que ingresan este territorio casi únicamente de paso hacia otra nación. «Muy pocas veces tienen como destino llegar a Bolivia», explicó a EFE el jefe de la unidad de Movilidad Urbana de la Defensoría del Pueblo, Aldo Cortez.
Ante la imposibilidad de viajar hacia Colchane, en los últimos días Pisiga se ha «vaciado». Los migrantes se quedan en Oruro para evaluar sus opciones y decidir qué ruta tomar para trasladarse a Chile.
Entre las opciones destaca la ruta de Uyuni, en Bolivia, hacia Calama, en Chile; una ruta conocida por sus temperaturas extremadamente bajas. También consideran migrar hacia Argentina e intentar ingresar a Chile desde ese país.
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Migrantes vulnerables ignorados por Chile
Las condiciones del viaje postulan a los caminantes venezolanos como una población en una «situación de vulnerabilidad muy grande», debido a las peligrosas rutas que deben tomar para intentar de llegar a sus destinos.
En este sentido, las autoridades bolivianas han flexibilizado sus medidas para contribuir con el paso de los venezolanos hacia Chile o incluso legalizar sus papeles en caso de que deseen quedarse en Bolivia, afirmó Gilmar López.
«Si en su entrevista ellos quieren quedarse en Bolivia nosotros estamos obligados a legalizar sus papeles», afirmó a EFE.
En Chile, por otra parte, son sujetos a una exhaustiva entrevista y, de afirmar que solo utilizan el país de paso hacia otro destino, los obligan a tramitar una «salida obligatoria», que les otorga un plazo de 15 días para abandonar el país.