Venezolanos encabezan los 308 mil migrantes que han entrado ilegalmente a Honduras
En Honduras hay un Plan de Respuesta Humanitaria para migrantes, coordinado por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), pero solo tiene cubierto el 15% de su financiamiento. No alcanzar el resto significaría no poder cubrir todas las necesidades de las personas en tránsito con EE.UU como destino
308.182 migrantes entraron a Honduras de forma irregular entre enero y los primeros 20 días de septiembre. Los venezolanos encabezaron esa cifra, con 139.506 personas, que representan el 45% del número total, informó el Instituto Nacional de Migraciones del país centroamericano.
La cantidad registrada durante el mismo período del año pasado fue de 104.284 migrantes, lo que significa que la de este 2023 aumentó en 19,5%. En estos nueve meses ya incluso se superó el número total de extranjeros que ingresaron a territorio hondureño en todo 2022, que fue 188.858.
Por el comportamiento del fenómeno migratorio en Centro América, cuyos países suelen ser de tránsito en la ruta hacia Estados Unidos, se estima que para cierre de año esa cifra incluso se duplique.
Después de los venezolanos, las nacionalidades con más ingresos irregulares a Honduras fueron las siguientes, en este orden: cubanos (40.950), haitianos (35.658), ecuatorianos (34.095), haitianos (31.867), colombianos (6.900), chinos (6.608) y senegaleses (6.071). Otros 6.527 migrantes son procedentes de más de una treintena de naciones del continente asiático y africano.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, 251.586 de los migrantes que ingresaron a Honduras son adultos, el resto 56.596, es decir el 18,4%, son menores de edad.
Justo el jueves 21 de septiembre el jefe de misión de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) para El Salvador y Honduras, Nicola Graviano, indicó que en ese país hay un Plan de Respuesta Humanitaria para migrantes que solo tiene cubierta su financiación en un 15%, lo cual implica no poder cubrir todas las necesidades existentes y el riesgo es que esta grave situación se convierta en una crisis humanitaria «de enormes dimensiones».
«Hay que robustecer la actuación coordinada» en el oriente de Honduras «velar por los derechos humanos de todas las personas migrantes” en tránsito, señaló Graviano.