Venezuela combate el covid-19 con tratamientos descartados por la OMS

El 4 de julio la OMS publicó su decisión de interrumpir los grupos de tratamiento con la hidroxicloroquina, pues se demostró que su efectividad sobre los pacientes con covid- 19 era tan baja que casi podía considerarse nula
El 5 de julio pasado, el Ministro de Salud e integrante de la Comisión Presidencial Contra el covid-19, Carlos Alvarado, anunció con bombos y platillos que se estudiaría la inclusión de algunos tratamientos en la batalla contra esta nueva enfermedad.
Pero una vez más parece que la salud de los venezolanos gira en una ruleta al son de la improvisación: durante una cadena de televisión, Alvarado dijo que evaluaban “incluir algunos tratamientos que nos recomienda un comité de medicinas alternativas; tratamientos homeopáticos que son económicos y se pueden usar de forma masiva”.
Aseguró que desde ahora todos los pacientes que den positivos a las Pruebas de Diagnóstico Rápido (PDR) se les comenzaría a tratar de manera precoz como si padeciesen de covid-19, con medicamentos que, a su juicio, “están utilizándose a nivel mundial y que han tenido un nivel de aceptación y acierto en otros países”. Así una vez más, Alvarado confirmaba el uso de la cloroquina para combatir el virus.
Agregó que también se usaría el interferón y se comenzarían “estudios sistemáticos, con otros medicamentos (…) por lo menos el tema del dióxido de cloro, vamos a trabajar en el estudio de ese nuevo tratamientos”.
Aunque no existe ningún tratamiento específico contra la covid-19, sí hay algunos que han sido descartados, tal como ocurre con la hidroxicloroquina, pues el 4 de julio la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su decisión de interrumpir los grupos de tratamiento con este medicamento.
De acuerdo con los resultados preliminares de estudios clínicos realizados por un grupo internacional de especialistas, la hidroxicloroquina no reduce la mortalidad en los enfermos de covid-19 hospitalizados o da lugar a una disminución muy leve. Por consiguiente, los investigadores del ensayo interrumpieron de inmediato estos tratamientos.
¿Un guiso con Cuba?
Para el diputado de la Asamblea Nacional José Manuel Olivares, la insistencia de la administración de Nicolás Maduro en suministrar estos medicamentos (hidroxicloroquina e interferón) a los pacientes con el virus del SARS-CoV-2, se debe única y exclusivamente a un negocio existente con Cuba -país desde donde se importan los compuestos-, en el que lo que menos importa es la salud de los ciudadanos.
«Desde hace muchos años se hacen negocios con Cuba, las medicinas que vienen de allá a sobreprecio, de baja calidad, o a punto de vencerse, porque además estos medicamentos vienen y se hacen en la isla”, detalló.
Olivares, quien también es médico oncólogo, señaló que la actuación sanitaria que ha brindado el Estado venezolano en medio de la pandemia ha estado “llena de errores, de una profunda mentira, de malas acciones que ponen en riesgo la vida de los venezolanos”.
La idea de que el uso de estos fármacos solo se debe a un negocio también la comparte el médico internista Gustavo Villasmil, quien explicó que la existencia del inteferón en Venezuela como tratamiento para combatir el covid-19 se debe a un “negocio que alguien tiene en traer una droga que nadie sabe para qué sirve, solo los cubanos, que ellos la fabrican y la venden”.
Ni dióxido de cloro ni homeopática
La Sociedad Venezolana de Pediatría y Puericultura (SVPP) emitió un comunicado para manifestar su preocupación tras el anuncio hecho por el ministro de Salud, Carlos Alvarado, con respecto al tratamiento para atender a los pacientes con coronavirus.
Posición de la Sociedad de Pediatría ante el anuncio del MPPS y el esquema de Tratamiento para COVID-19 pic.twitter.com/pmQSCwCteR
— Huniades Urbina-M (@huniades) July 7, 2020
A la decisión de usar un medicamento descartado por la OMS para estos pacientes, se le suma el uso del dióxido de cloro, compuesto que la SVPP asegura no es reconocido como un medicamento. De hecho, la lista de los peligros que acarrea sobre la salud es larga y alarmante, tal como ha quedado expresado en las advertencias de la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades de Estados Unidos. Incluso, explican que cuando reacciona con el agua el dióxido de cloro forma una sustancia además de peligrosa muy reactiva.
Para la OMS la llamada medicina homeopática no goza de basamento científico, carece de estudios y de hechos, tal como lo señala el médico José Manuel Olivares, quien pese a manifestar su respeto por todas las corrientes de pensamiento, considera que “este tipo de soluciones caen en lo ridículo o en la burla al sufrimiento de los venezolanos”.
“Cómo un sujeto como este (haciendo referencia al ministro de Salud) manda a tomar góticas de medicina homeopática debajo de la lengua, que por cierto, la venden los cubanos, al final siempre se le ven las costuras, hay que tener muy poco en el corazón para intentar hacer un negocio en medio del sufrimiento de una pandemia mundial y de algo tan dramático que está viviendo el mundo. Eso no tiene ninguna base científica, no tiene sentido poner a los ciudadanos a creer en estas cosas que no tienen resultado”, aclaró.
Por su parte, el profesor universitario y exsecretario de Salud del estado Miranda, Gustavo Villasmil, considera que es momento que los responsables del problema sanitario que atraviesa Venezuela se pongan al día con la información, que manejen al día todo lo competente a la covid-19, una enfermedad muy nueva.
A su juicio, llegó el momento de ser “más humilde a recibir recomendaciones y oportunidades. No deberían jugar al tipo que se las sabe toda, el mundo está manejando un patógeno nuevo para la humanidad, es por lo que se debería respetar el intercambio de información”.
Aclaró que la ciencia y los estudios médicos han sido muy específicos con respecto a la homeopatía, y advirtió que una pandemia “no se puede manejar desde la improvisación”.
OMS estudia alternativas
Los tratamientos siguen avanzando, y la ventaja es que Venezuela está entrando en una fase por la que varios países ya han pasado, lo que el médico internista Gustavo Villasmil considera debe ser una ventaja. De allí que llame al uso de «la vieja y noble dexametasona, en bajas dosis se le puede administrar a los pacientes”, detalló.
Según la OMS, este fármaco es “un corticosteroide utilizado en gran variedad de afecciones por sus efectos antiinflamatorios e inmunosupresores”.
En el ensayo clínico nacional Recovery del Reino Unido, se probó en pacientes hospitalizados con covid-19 y se observó que aporta beneficios a enfermos en estado crítico.
Las conclusiones preliminares enviadas a la OMS (y ahora disponibles en preimpresión), el tratamiento con dexametasona reduce en alrededor de una tercera parte la mortalidad de los pacientes conectados a respiradores y en torno a una quinta parte la de los pacientes que solo necesitan oxígeno.
José Manuel Olivares, médico y parlamentario, explicó que es momento de tomar en cuenta lo que ha funcionado en otros países y no seguir improvisando, además alertó que la disponibilidad en el país de medicamentos que han sido efectivos como la dexametasona, apenas alcanza un 40% o menos, dependiendo del sitio.
“Por lo menos debes dotarte de los medicamentos que hasta ahora están funcionando, el pacientes con covid-19 tiende a complicarse de otras cosas, es un pacientes difícil de manejar, porque toda la cascada inmunológica que produce hace que pueda hacer falla renal, una falla vascular, coágulos, trombos, complicaciones cardiovasculares o respiratorias; es decir, tienes que tener todo lo necesario para atender cualquier complicación, es por eso que estos pacientes requieren terapia intensiva y alguno de ellos ventilador cuando se complican”.
Considera que aún cuando es poco, queda tiempo para dotar los hospitales con lo que se sabe funciona, es decir, “con camas de terapia intensiva y medicamentos para las terapias”, se debe aprovechar cada momento.
También aseguró que es necesario masificar el número de pruebas PCR, dotar al personal de todo lo necesario para su protección y garantizar en los centros de salud servicios como agua potable o energía eléctrica.
Además, para Olivares se debe frenar inmediatamente la “judicialización de la enfermedad”, pues detalló que desde el Estado se ha criminalizado al que padece de covid-19. “La gente tiene miedo de decir que tiene covid porque sabe que te cae el Sebin, las FAES, pueden extorsionarte, llevarte a un refugio horroroso donde te puedes enfermar, es necesario quitarle el miedo a la población”.
Esto último ha quedado evidenciado con los casos de los cientos de venezolanos que han retornado en medio de esta situación, quienes han sido tratados por Nicolás Maduro hasta de ser «armas biológicas», que llegan al país para contagiar a sus connacionales.
Los especialistas han sido claros, la covid-19 es una enfermedad nueva, agresiva y muy delicada, que puede acabar con la vida de los ciudadanos si no se aplican las correctas medidas para su cuidado.
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