Venezuela en emergencia, por Walter Boza
Todo el mundo coincide en la grave crisis que vive Venezuela, hasta el mismo régimen lo admite, al permitir el ingreso de la ayuda humanitaria; la crisis es de todo tipo y abarca todos los espacios de la sociedad Venezolana y es de tal profundidad que habrá que hacer esfuerzos sobrehumanos para reconstruir al país.
La situación de crisis ha venido avanzando aceleradamente y hoy Venezuela está mucho peor que hace un año y cada día que pasa se agrava aún más, la escasez de gasolina, de gas, los cortes de electricidad más frecuentes, prolongados y expandidos a prácticamente todo el territorio nacional, la gravísima escasez de agua, hemos retrocedido un siglo; todo esto ocurre en medio de la mayor hiperinflación del planeta, con una dolarización criminal e irresponsable donde todo está dolarizado menos el salario de nuestros trabajadores .
Destruida Pdvsa, destruido Pequiven, destruidas las industrias básicas de Guayana, destruido el sistema de salud y el sistema educativo, en fin destruido casi la totalidad de nuestro aparato productivo.
En materia de violación de los Derechos Humanos, Venezuela se encuentra entre los más altos del mundo, centenares de presos políticos civiles y militares con juicios amañados, sin que se cumpla el debido proceso, sometidos a tratos viles y degradantes, en aislamiento y recibiendo torturas físicas y psicológicas.
Un poder judicial corrompido y sin autonomía; un TSJ violador sistemático de la constitución y las leyes convirtiéndose en un vulgar apéndice del poder ejecutivo, junto con una Fiscalía que sin escrúpulos es el otro brazo ejecutor de los designios de Miraflores .
Todo ese desolador panorama se agrava en grado superlativo con la pandemia del covid-19, muy mal manejada por la dictadura Venezolana, dando cifras de contagio y de fallecidos de acuerdo a su conveniencia política, que no concuerdan con el ritmo expansivo de la pandemia en el resto del mundo y manejando el tema de un modo policial y político y no de un modo científico.
Las próximas semanas puede presentarse una gravísima situación de aumento de contagiados y muertes ya que no contamos con una infraestructura hospitalaria medianamente adecuadas, además de que los médicos y el resto de los trabajadores de la salud no cuentan con los insumos ni siquiera para protegerse ellos mismos; al momento de escribir estas notas se han reportado más de 7 médicos muertos por covid-19.
Comentario aparte y especial es el gravísimo deterioro moral que vive Venezuela, la corrupción se ha apoderado de la administración pública como nunca antes, los escándalos se suceden unos tras otros, bajo el silencio de los medios de comunicación controlados por el régimen, se hacen públicos es a través de las redes sociales; recordemos que hay más de 50 estaciones de radio cerradas y bloqueadas y muchos comunicadores sociales presos injustamente sólo por decir la verdad.
Por eso se han ido de Venezuela más de cinco millones de compatriotas buscando un mejor destino para ellos y para sus hijos, con el trágico saldo de familias destruidas, fragmentadas y sumidas en la miseria y en la depresión.
A todas estas, el régimen arremete salvajemente contra la única institución legítima que aún queda en Venezuela cómo es la Asamblea Nacional desde la eliminación de los tres diputados de Amazonas que le daban las 2/3 partes a la oposición teniendo así la mayoría calificada , luego la declara en desacato en una sentencia vergonzante y violatoria de todo derecho, además del acoso sistemático y la persecución a los diputados, presos, exiliados y protegidos varios en embajadas y por último la compra de los tristemente celebres diputados CLAP en donde dieron una grotesca demostración al país de lo que son, los que se vendieron y quienes los compraron, envileciendo aún más el panorama político del país.
La descripción anterior es la del país real, es la descripción de una emergencia nacional catastrófica, por lo tanto, para salir de ella, lo conducente, lo correcto, lo ético, lo justo y lo imprescindible es un Gobierno De Emergencia Nacional.
Cómo medico, afirmo responsablemente, que es cómo si tuviéramos a un paciente con cáncer y con metástasis y le diéramos Acetaminofen para calmar ligeramente los dolores, en vez de actuar responsablemente y extirpar el tumor y sus metástasis.
El Acetaminofen es un equivalente de las elecciones parlamentarias, el único objetivo que se lograría, sería un intento de legitimar a Maduro en el poder, ya que no resolvería ninguno de los graves problemas de la emergencia nacional que confronta Venezuela, al contrario, los agravaría, prolongaría el dolor y el sufrimiento de un pueblo, pero además le crearían el espejismo, la falsa ilusión de que con esa elección se resolverían los problemas y el país volvería a la normalidad.
Comienzan muy mal seleccionando un CNE , no sólo violando la normativa legal y constitucional , sino que este nuevo CNE es peor que el anterior, integrado por dos ex magistradas del TSJ, autoras y cómplices de las violaciones a nuestra Constitución , el hermano del secretario de organización de AD, que no tiene ningún merito para estar allí, y dos personas más, una ya era miembro del CNE anterior y fue coautora de los fraudes cometidos y el otro hasta donde sé, muy vinculado a Eduardo Fernández y al Ifedec; dejando todo el entramado burocrático del CNE en los mismos cargos; de modo que la primera garantía electoral que es tener un CNE confiable, el régimen la tiró por la borda burlándose nuevamente del pueblo Venezolano.
Un pequeño grupo de ciudadanos denominados la mesita, se plegó inmediatamente a la farsa electoral, lo mismo que los diputados CLAP y uno que otro ingenuo de buena voluntad, más los oportunistas de siempre que ven la oportunidad de promoverse y obtener algún dinerillo.
El acto de rebelarse contra esa nueva estafa histórica, es una decisión política de coraje, de convicción democrática, no es quedarse pasivamente en casa, al contrario es profundizar las denuncias, desenmascarar aún más al régimen, sobre todo, cómo es previsible la crisis se agravará día a día y seguiremos sin agua, sin luz, sin gas, la hiperinflación aumentará, lo mismo que la represión.
Esa » elección», no será reconocida por la comunidad internacional, si acaso se llegaren a realizar. Mientras tanto la pandemia avanzará y será el pueblo el más afectado, cómo siempre el que pondrá los muertos.
La oposición partidista, disgregada, fracturada, desligada del sentir popular, con divisiones entre ellos, en donde el engaño, las triquiñuelas, los pactos secretos y las maniobrillas abundan. No hay grandeza histórica, no hay visión de Estado, no hay querencia por Venezuela, sino por sus intereses grupales y personales.
Concluyo con una frase de Winston Churchill, primer ministro inglés que jugó un papel fundamental en la derrota del nazismo en la segunda guerra mundial, «Los estadistas miran hacia las próximas generaciones, los políticos hacia las próximas elecciones”.
Estoy seguro que Venezuela se recuperará de esta pesadilla, aparecerán nuevos liderazgos, nuevos bríos, un nuevo modo de hacer política en donde la moral, el espíritu patriótico, el conocimiento, la tolerancia, el perdón y la reconciliación de los Venezolanos sea el norte que nos guíe para construir un país en paz, sin exclusiones, profundamente democrático y prospero.
No hay mayor oscuridad que antes del amanecer.