Venezuela es el segundo país de América Latina en adopción de criptoactivos
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El crecimiento del sector de las criptomonedas ha sido impulsado por la necesidad de los ciudadanos de resguardar sus ahorros ante la inflación y las restricciones cambiarias
Las criptomonedas siguen generando cambios profundos en la economía y la regulación global. En América, tres países muestran realidades muy diferentes: Estados Unidos flexibiliza su marco regulador bajo el segundo mandato de Donald Trump, Argentina lidera la adopción cripto en Latinoamérica y El Salvador, tras haber sido pionero en hacer del bitcóin una moneda de curso legal, afronta un retroceso en su apuesta digital.
Bajo la nueva administración de Donald Trump, Estados Unidos ha cambiado radicalmente su postura sobre las criptomonedas. Trump ha prometido convertir al país en un centro global de divisas digitales, dejando atrás la política de restricciones de su predecesor, Joe Biden. Su equipo ha impulsado una «reserva estratégica» de criptoactivos y ha colocado a Mark Uyeda al frente de la Comisión de Mercado y Valores (SEC), organismo que ha comenzado a revertir las regulaciones más estrictas del pasado, reseña EFE.
El cambio más notorio ha sido la retirada de la demanda de la SEC contra Coinbase, una de las principales plataformas digitales de criptomonedas del país. La flexibilización del marco legal ha permitido la creación de fondos indexados de las monedas bitcóin y ethereum, ampliando el acceso de los inversores a estos activos. Se estima que unos 53 millones de estadounidenses poseen criptomonedas, consolidando a este país como un actor clave en el sector.
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Según la Cámara Argentina Fintech, Argentina cuenta con más de 2,5 millones de usuarios activos mensuales y un volumen de transacciones que superó los 91.100 millones de dólares en 2024.
El crecimiento del sector ha sido impulsado por la necesidad de los ciudadanos de resguardar sus ahorros ante la inflación y las restricciones cambiarias. Sin embargo, el Gobierno de Javier Milei ha mostrado poco interés en fortalecer el ecosistema cripto local, a pesar de que importantes empresas del sector tienen raíces argentinas, como Open Zeppelin, la mayor auditora de criptomonedas a nivel global.
Venezuela es el segundo país latinoamericano en adopción de criptoactivos. Aunque según Chainalysis, una plataforma de datos de blockchain, el Gobierno los usa «como arma para la corrupción», los ciudadanos recurren a ellos para resguardar su economía. El «petro», la criptomoneda promovida por el Gobierno, ha perdido relevancia.
Canadá se encuentra entre los países que han optado por una regulación estricta. Otros, como Uruguay y Bolivia, han aprobado marcos normativos en 2024, mientras que países como Guatemala, Ecuador y República Dominicana carecen de regulación y muestran una adopción limitada.
A pesar de las diferencias en su regulación y adopción, las criptomonedas siguen transformando las economías de América, un fenómeno que previsiblemente continuará en expansión en los próximos años.
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