Venezuela le hace ojitos a China para reimpulsar la industria petrolera
Altos funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro viajaron a China para fortalecer “alianzas geopolíticas” en un contexto en el que la ventana para el levantamiento de sanciones por parte de EEUU podría comenzar a estrecharse. Este jueves se anunció que el propio mandatario viajará al país asiático
La visita oficial de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, y el ministro de Petróleo y presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), Rafael Tellechea, a China es considerada “clave” y su principal objetivo sería lograr acuerdos financieros y comerciales que impulsen la mermada producción y exportación petrolera, coinciden expertos.
De momento se sabe que los altos funcionarios llegaron el martes a China, principal destino del crudo venezolano en la actualidad, para fortalecer relaciones bilaterales y “alianzas geopolíticas”, como anunció el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil. Además, sostuvieron reuniones en el Nuevo Banco de Desarrollo del Brics en Shanghái, para “impulsar la cooperación económica e integración en áreas de interés estratégico”.
Mariano de Alba, especialista en derecho internacional y diplomacia explica que, durante más de cinco años, China ha sido “muy reticente” a comprometerse a invertir u otorgar financiamientos de envergadura a Venezuela debido a que “está muy desilusionada” por la administración del gobierno de Nicolás Maduro y porque su prioridad es cobrar la deuda que mantiene el país caribeño.
Pero, asegura que China está evaluando los escenarios y no descarta que pueda ser más “flexible” ante propuestas del gobierno venezolano debido a la entrada de Venezuela en un nuevo ciclo de elecciones presidenciales y su competencia con Estados Unidos. “Podría decidir que le conviene ayudar a que haya una estabilidad que le permita seguir recuperando los préstamos otorgados y mantener un posible acceso a los recursos energéticos venezolanos”, comenta consultado por VOA.
José Toro Hardy, economista y exdirectivo de Pdvsa, concuerda en que el gobierno de Maduro busca fortalecer relaciones de carácter petrolero, pero resalta que en un momento en el que “difícilmente” Venezuela puede ser competitiva, si se toma en cuenta, entre otros factores, los grandes descuentos con los que Venezuela debe vender sus productos de exportación.
Coincide al percibir que Beijing ya no parece mostrar “la misma confianza” en Caracas, consecuencia del incumplimiento que también ha afectado a otros inversionistas extranjeros, pero resalta que, más allá de los económicos, los intereses geopolíticos pueden llevar a que surja un “área común de entendimiento”.
Las exportaciones de crudo de Venezuela, país con las mayores reservas de petróleo, que este año ha impulsado “ligeramente” su producción, cayeron a unos 544.000 barriles por día el mes pasado ante los problemas de Pdvsa para mantener en servicio sus mejoradores de crudo pesado, reportó la agencia de noticias Reuters esta semana.
Las sanciones de EEUU, los años de corrupción y la falta de mantenimiento han limitado las operaciones de Pdvsa que, en 1994 ocupaba el segundo lugar de las principales compañías petroleras del mundo, según la clasificación, en ese entonces, de Petroleum Inteligence Weekly (PIW). En 2002 se ubicaba en el tercer lugar y en 2014 pasó a la quinta posición.
¿Qué opciones tiene Venezuela sin China?
Para de Alba, asesor de Crisis Group, una organización independiente para la resolución de conflictos, sin el involucramiento de China el gobierno venezolano ve restringidas sus opciones de captar inversiones y asegurar acuerdos comerciales de importante envergadura. “Las opciones que quedan son menores, incluyendo acuerdos puntuales con Irán, Turquía, Rusia, algunos países árabes y algunas empresas europeas”, sostiene.
Considera que la otra “gran opción” de Maduro sería buscar un acuerdo con el gobierno estadounidense para lograr la flexibilización de sanciones. “El problema para el gobierno de Maduro es que el gobierno estadounidense está condicionando esas medidas a concesiones político-electorales por parte de Miraflores, y todos los indicios señalan que el gobierno de Maduro no está dispuesto a arriesgar su control y estadía en el poder”, afirma el abogado.
De Alba estima que la visita de Rodríguez y Tellechea a China podría confirmar que el gobierno venezolano ve “muy improbable” una flexibilización de las sanciones de EEUU a Pdvsa, lo que los estaría llevando a intentar a convencer a China de invertir para aumentar la producción petrolera.
En caso de que EEUU no flexibilice las sanciones, De Alba considera que el panorama es “muy preocupante” y agrega que, sin las reformas necesarias para atraer inversiones internacionales, “es probable que la economía venezolana continue deteriorándose, con las consecuencias económicas y humanitarias que eso tendría en una inmensa mayoría de la población”.
“El gobierno de Maduro le apuesta a fortalecer los vínculos comerciales con los países no occidentales y ciertamente China podría prestarle una ayuda importante, pero hasta ahora el impacto de esos vínculos ha sido limitado y es difícil ver cómo, por sí solos, pueden llevar a una recuperación de la economía venezolana”, añade.
El gobierno estadounidense dijo en julio a la VOA que los incentivos para negociar el levantamiento de sanciones, lo que estaría vinculado a la celebración de elecciones libres en 2024, tendría tiempo de caducidad.
“Créditos mil millonarios”
Tras su llegada al poder en 1998, el expresidente Hugo Chávez comenzó a estrechar las relaciones de Venezuela con China que se convirtió en una importante fuente de financiamiento para la región. El 44,04% de los préstamos fueron otorgados a Venezuela que llegó a ser el “principal receptor” de préstamos, de acuerdo a datos de Diálogo Interamericano.
Entre el 2000 y el 2019 se firmaron cerca de 500 acuerdos y se otorgaron créditos mil millonarios dirigidos al sector petrolero, proyectos en áreas de infraestructura transporte, comunicaciones, electricidad y agricultura, entre otros, pero “con pobres resultados”, según Transparencia Venezuela. Entre 2007 y 2016, las diferentes líneas de crédito de China a Venezuela a cambio de petróleo alcanzaron los 62.146 millones de dólares, precisa la asociación dedicada a promover condiciones y procedimientos para prevenir y disminuir la corrupción.
Toro Hardy recuerda que “buena parte” de la deuda ha sido saldada. No es claro el monto que aún se le debe a China, pero según estimaciones independientes, ya se debe haber cancelado entre 45.000 y 50.000 millones de dólares.
“La corrupción e ineficiencia en el manejo de los recursos adquiridos a través de este endeudamiento se evidencian en la precariedad de la infraestructura (electricidad, saneamiento, escuelas, hospitales, carreteras, transporte, telecomunicaciones), de los servicios públicos y en la improductividad de la inversión que no logró expansión ni detener el colapso del parque industrial y económico de Venezuela”, expone Transparencia Venezuela en su publicación “Deuda China en Venezuela” de marzo del 2022.
Esta semana Maduro destacó la fortaleza del yuan, la moneda de China, que aseguró será “muy pronto” la potencia económica “más grande y poderosa del mundo”.