Venezuela perdió su liderazgo entre las economías más importantes de la región
Hace 22 años Venezuela ocupaba el primer lugar entre las economías de mayor tamaño en América Latina, pero hoy en día pasa al octavo lugar, al colocarse el PIB del país en niveles similares a los del año 1955
La economía venezolana ha perdido 50% desde el año 2014 cuando Nicolás Maduro asumió la presidencia del país. Esto ha generado que la nación petrolera otrora líder en la región latinoamericana, haya perdido escaños en el ranking de economías de mayor tamaño.
Datos del Banco Mundial revelan que para el año 2018, Venezuela ocupa la casilla número 8 en la lista de los países de América Latina con mayor producto interno bruto per cápita. En 1998 perdió el primer lugar en este ranking, pero la economía no pudo recuperarse a lo largo de estos 20 años y cayó por debajo de naciones como Argentina, Colombia, Perú y Ecuador.
Mientras que Chile ha recuperado escaños para colocarse en los primeros lugares, destaca el caso de Perú, que luego de haber pasado por procesos recesivos y de hiperinflación, además del acoso de la guerrilla en la década de los 90 y sin ser productor de petróleo, es hoy en día la más dinámica y de mayor crecimiento en la región.
Los datos indican que para el año 2000 cuando se inició la gestión del presidente Hugo Chávez, el PIB per cápita de Venezuela era de 12.000 dólares y era considerada la segunda economía de la región, luego de México con un monto de 12.700 dólares.
En la actualidad, la nación petrolera no solo salió de la lista de las cinco economías latinoamericanas de mayor tamaño, sino que cae al octavo lugar al presentar un PIB per cápita de 11.000 dólares
Entre los años 1950 y 1977, período considerado glorioso para el país debido a su alto crecimiento económico, baja inflación y estabilidad en el tipo de cambio. Sin embargo, a partir de 1980 comenzó la inestabilidad de la economía con boom y contracciones, para luego llegar a la fase de depresión económica desde 2013.
«El PIB de Venezuela es hoy en día similar a la del año 1955. Es decir, en términos de producción y servicios de bienes per cápita, Venezuela retrocedió 60 años. Esto ha sido consecuencia de la mala conducción de los últimos 40 años, la cual se ha recrudecido en los últimos cuatro años. Venezuela no crece», afirmó el economista José Manuel Puente, profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
Maduro se ha hecho él mismo cargo de la conducción de la economía en el país y ha aplicado su «plan de crecimiento, recuperación y prosperidad económica», pero hasta la fecha no ha tenido éxito. Analistas señalan que no ha habido un verdadero plan de estabilización para sacar de la crisis al país, el cual ha visto cómo se ha intensificado la hiperinflación y la escasez de bienes.
«En el 2019 lograremos el crecimiento y la prosperidad económica de la Patria. Reitero mi llamado a todas las fuerzas productivas para trabajar con entusiasmo y compromiso; es nuestro gran objetivo. ¡Rumbo a la Venezuela Potencia!», aseguró el 12 de diciembre. Promesa que lleva realizando desde hace tres años.
La crisis venezolana se inicia a partir del año 2014 a pesar de que los precios del petróleo se encontraban por encima de los 104 dólares el barril, por lo que la única economía petrolera en recesión e hiperinflación hoy en día es la de Venezuela.
La mitad
De acuerdo a las proyecciones de organismos multilaterales como la Cepal, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), la actividad económica venezolana caerá entre 12% y 18% en 2018.
Mientras que la Asamblea Nacional indicó que el índice de actividad económica del tercer trimestre de 2018 tuvo una contracción del 29,8% en comparación con el mismo periodo de 2017. Los motivos de esta caída fueron la disminución de la producción petrolera en al menos 40%, el fenómeno hiperinflacionario que azota al país desde hace año y medio, la diáspora y la falta de confianza de los empresarios y comerciantes en las medidas económicas que impone el Gobierno.
El Parlamento detalló que desde la llegada de Maduro la economía acumula una caída de 53%, ello debido a que el índice de actividad económica pasó de 107,20 en 2013 a 50,9 en lo que va de este año, lo que representa la contracción “más larga y la peor que se haya vivido en el continente americano, incluso supera la ‘gran depresión’ de Estados Unidos (…) Esto solo es comparable a la recesión de países que han vivido guerras civiles”, acotó el diputado Angel Alvarado, integrante de la Comisión de Finanzas de la AN
Recuerdan los analistas que esta es la primera vez en la historia, que Venezuela ve caer su economía por cinco años consecutivos. En 70 años del país, solo en 10 años menos los del chavismo, ha experimentado desaceleración. Además ninguna economía en la región ha sufrido un ciclo recesivo de cuatro años tan agudo como la venezolana, al superar a las de países como Bolivia, Nicaragua y Argentina.
«Venezuela está viviendo una fase de colapso macroeconómico, al cierre de 2018 será su quinto año de recesión, período en el cual se ha perdido 50% de su PIB. Venezuela es la única economía del mundo con hiperinflación además. Todo ello se combina con un sistemático desabastecimiento de productos básicos. En definitiva, vive el colapso más agudo en su historia contemporánea», agregó José Manuel Puente.
Resalta que esta crítica situación tiene un impacto en lo social. Recordó que en la última medición de la encuesta Encovi, realizada por la Universidad Católica Andrés Bello, Venezuela llegó a un nivel de pobreza de 87%, es decir, el 87% de la población tiene un ingreso que está por debajo de la línea de pobreza.
A pesar de las dificultades, Puente apunta que Venezuela «no es un país quebrado. Está mal manejada por un liderazgo que llevó al país a su peor esquina de su historia, pero puede revertir el desastre macroeconómico porque tiene muchas potencialidades»
Destaca que con el liderazgo correcto, el país puede recuperarse con relativa rapidez. «Por suerte nadie en América Latina quiere liderar el modelo venezolano y no veo posible que repliquen los mismos errores. No se si la revolución tiene alguna intención de mejorar los mecanismos democráticos e institucionales, políticos y sociales, para generar un cambio, para que Venezuela consiga una solución. Una vez que tenga un cambio político puede iniciar un proceso de reconstrucción nacional».