Venezuela se mantiene como el país más endeudado de América Latina
Venezuela entró en «suspensión de pagos» o default de su deuda externa en noviembre del año pasado y ya no tiene acceso al crédito de los mercados internacionales
Es difícil imaginar a una persona, una empresa o un país que esté tranquilo con una deuda que se ha disparado. El mayor riesgo es que esa deuda se vuelva insostenible, es decir, que se convierta en tóxica.
Y, cuando se trata de una deuda fiscal, lo que miran los economistas es la relación entre la deuda pública de un país y el tamaño de su economía, expresada como porcentaje de su Producto Interno Bruto (PIB).
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Una relación que, en el caso de América Latina, no arroja noticias muy alentadoras. «El endeudamiento de los países de la región es preocupante», le dice a BBC Mundo Carlos Végh, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe.
Para Vegh, «hay una situación de fragilidad» que se explica, entre otras razones, por unalto déficit fiscal, especialmente en Sudamérica.
Y según los últimos datos disponibles del Banco Mundial, los países más endeudados de la región son Venezuela (80,9%), Argentina (80%) y Brasil (78%).
Los datos de Venezuela son estimados, dado que el gobierno no divulga actualizaciones de su información económica.
Y, en el contexto de la crisis que atraviesa, el nivel de deuda de Venezuela no es tan alto, entre otras cosas porque el país entró en «suspensión de pagos» en noviembre del año pasado -un proceso más conocido como default – y ya no tiene acceso al crédito de los mercados internacionales.
El castigo de los mercados
Si un país tiene mucha deuda, eso afecta directamente la calificación de riesgo que le ponen los mercados.
Aunque en esa evaluación, que hacen agencias como Moody’s, Standard & Poor’s o Fitch para definir la probabilidad de que un país no pague el dinero que le prestan, influyen muchos otros elementos.
Una calificación AAA (la máxima en el mercado) significa que el país es visto como un buen pagador, mientras que una D (como la asignada a Venezuela) representa un país que no va a pagar sus compromisos.
Y se dan situaciones en que un país puede tener poca deuda pública, pero, al mismo tiempo, mala calificación crediticia. Y todo lo contrario
Un buen ejemplo es Japón, que tiene una deuda pública equivalente al 253% de su Producto Interno Bruto (PIB), pero está muy lejos de no tener acceso a crédito.
Otro es Estados Unidos, cuya deuda llega al 105% de su PIB y no se está cayendo a pedazos (aunque sí tiene un fuerte debate sobre su alto nivel de endeudamiento y los riesgos a futuro).
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