Venezuela vale oro, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
Los 15.67 metros de Yulimar Rojas en triple salto; los 73 kilos de Julio Mayora y los 96 kilos de Keydomar Vallenilla en halterofilia; los 92.05 puntos de Daniel Dhers en BMX freestyle; la gallardía y humildad de Ahymara Espinoza en lanzamiento de bala y de Rosa Rodríguez en martillo; la voluntad inquebrantable de Anriquelis Barrios en judo y Yusleidy Figueroa en halterofilia; la perseverancia de los hermanos Alberto y Alfonso Mestre en natación; y tantos otros que, al momento de escribir este artículo, participaron –o no habían participado aún– en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, son sinónimos de alegría y unión.
Todos estos atletas de alto nivel que llevan poco más de una semana en Japón, dando la cara por Venezuela, nos han sacado del pesimismo para recordarnos, además, que con trabajo y constancia cada venezolano puede llegar tan lejos como se lo proponga.
En un país tan fragmentado como el nuestro –donde la polarización ha hecho estragos por décadas y las diferencias políticas se han vuelto abismales en los últimos dos años–, estos hechos de trascendencia mundial son oxígeno para quienes nos negamos a tirar la toalla o entregarnos.
Hoy, estas líneas son para darles gracias a ustedes, nuestros atletas.
Gracias a nuestra Yulimar, récord olímpico y mundial en triple salto por ser ejemplo para todo un país, además del principal referente mundial en esta disciplina. No solo nos arrancaste las lágrimas de emoción sino que ese domingo 1 de agosto, dejaste afónico a todo un país que gritó a viva voz esa medalla de oro que hoy luces con orgullo.
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Gracias a Mayora, Vallenilla y Dhers, porque cada uno de ustedes nos reivindicó que no hay estereotipos que limiten dejar el gentilicio «bien parado», como solemos decir. Esas medallas de plata saben a oro, porque entendemos que la dedicación, esfuerzo y constancia en sus arduos entrenamientos les permitieron lograr esas extraordinarias actuaciones.
Que de 7,6 billones de habitantes que se estima viven en este maravilloso planeta, ustedes formen parte de ese selecto grupo de 11.700 atletas de alto nivel, ya los convierte en ganadores. Ustedes son ejemplo de que, a pesar de los obstáculos que han enfrentado y de los intentos infelices por politizar el desempeño de nuestros atletas, la juventud venezolana es brillante y está dispuesta a darlo todo para que nuestro tricolor patrio se enarbole en lo más alto y las notas de nuestro glorioso himno suenen en cualquier latitud del planeta.
Justamente a la hora de escribir este artículo, Venezuela ocupaba el puesto 26 del medallero olímpico Tokyo 2020 con una medalla de oro y tres de plata. Sin duda alguna, el mejor desempeño de cualquier delegación criolla en la historia de los Juegos Olímpicos.
Mención especial merece la participación de Ahymara Espinoza, quien pese a no haber llegado al podio olímpico, nos dejó a todos una profunda lección: disciplina y tesón. Es nuestra medallista sentimental.
Con los ojos aguados de felicidad y el corazón desbordado de alegría, les damos infinitas gracias a ustedes y a toda la delegación que salió a entregar su cuerpo, mente y alma en Tokio 2020, a todos los que supieron ser resilientes y nos regalaron estos aires de triunfo.
Ahora, nos toca a nosotros asumir el reto, como país, de construir la unidad que tanto nos reclaman. Nuestros medallistas ,y todos los otros atletas que representaron el tricolor nacional, lo hicieron. Es momento de que cada uno de nosotros también aporte su grano de arena en esta misión que, estoy segura, nos dará frutos.
Venezuela es grande. Nos corresponde a sus hijos ponernos a la altura de este país maravilloso con el que Dios nos premió.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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