Vicente Salias: ¡Abajo cadenas!, por Douglas Zabala

El 23 de marzo de 1776 nació en tierras venezolanas Vicente Salias, un hombre cuya versatilidad ha dejado huella en la medicina, las artes y la historia de nuestra patria. Este ilustre médico y poeta siempre viene a nuestra memoria al entonar el glorioso himno «Gloria al Bravo Pueblo», cuya autoría muchos atribuyen a él, aunque algunos historiadores la compartan con Don Andrés Bello.
Salias hizo historia en la medicina venezolana cuando, en 1804, recibió al médico español Francisco Javier Balmis, líder de la Expedición Filantrópica de la Vacuna contra la Viruela. Juntos, instalaron la Junta Central de la Vacuna en una Venezuela rural y colonial, llevando esperanza sanitaria a la población.
Su pasión científica lo llevó a escribir artículos sobre la vacuna antivariólica, mientras en su faceta literaria nos legó obras como «La Medicomaquia», el «Canto a la Acción de Bárbula», y sus inolvidables «Madrigales y Elegías».
Pero Salias es mucho más que sus méritos profesionales; es el símbolo del patriotismo que desafía la opresión. Sus últimas palabras antes de ser fusilado el 17 de septiembre de 1814 resonaron como un grito de lucha: «Dios omnipotente, si allá en el cielo admites a los españoles, entonces renuncio al cielo».
Si Salias pudiera pasearse hoy por las calles de Caracas, seguramente se detendría frente a las barreras militares que bloquean el libre tránsito y alzaría su voz para entonar nuevamente el himno nacional, recordándoles a quienes irrespetan la voluntad del pueblo soberano que la dignidad no se negocia.
En un país que resiste la pobreza y lucha por su democracia, Vicente Salias sigue siendo inspiración para quienes, como él, abrazan la valentía y la virtud como banderas de libertad. La historia lo recuerda no solo como el creador de un himno, sino como el espíritu indomable de un pueblo que jamás se rinde ni pasa la página.
*Lea también: Agua: Entre la abundancia y la escasez, por Omar Ávila
Douglas Zabala es influenciador en redes sociales.
TalCual no se hace responsable por las opiniones emitidas por el autor de este artículo.