Vienen buenos tiempos para los venezolanos, por Xabier Coscojuela
La totalidad de los dirigentes de la MUD calificaron de exitosa la elección de candidatos en primarias realizadas ayer. Como ente que agrupa a casi toda la oposición tienen ahora que acordar el resto de los candidatos y anunciárselos a los venezolanos. Las primarias le pusieron algunas caras al roster de la alianza democrática para el partido de las parlamentarias. Ahora hay que completarlo pronto y salir al terreno a jugar el partido
Autor: Xabier Coscojuela
La totalidad de los dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática calificaron de exitosa la elección de candidatos en primarias realizadas ayer. Nosotros coincidimos con esa apreciación, aunque aspirábamos que los circuitos donde se votó hubieran sdo mucho más.
Sigue siendo incomprensible que en el estado Bolívar, por ejemplo, se pudiera votar solo por uno de los tres diputados que debe elegir ese circuito, tal como se hizo en el estado Carabobo. La excusa de los costos, en este caso, no es válida.
Ahora hay que mirar hacia adelante. La elección transcurrió sin mayores problemas y hasta donde sabemos no hay denuncias de irregularidades. Todos los participantes aceptaron los resultados.
Hubo algunas sorpresas, como la derrota que sufrieron los candidatos de Proyecto Venezuela en Carabobo. Ninguno de ellos logró el triunfo en un estado donde fue la fuerza hegemónica de la oposición desde 1989.
Hay quienes quieren atribuirse la victoria. La pugna entre Primero Justicia y Voluntad Popular sigue en el tapete. El partido de Leopoldo López no esperó ni un segundo para proclamarse ganador. Quiso reivindicar todo lo andado desde enero de 2014.
Lo concreto es que las diferentes políticas que llevaron a cabo les dieron frutos. La Salida primero y la constituyente después sirvieron para que echaran músculo. Claro que debieron ser más sinceros con los venezolanos y explicar cuál era el verdadero objetivo de esas políticas.
Pero también es verdad que los sectores “moderados” de la MUD fueron los que recibieron la mayoría de los votos. Que los electores opositores se decantaron, en un mayor número, por los candidatos de los partidos que no apostaron por las aventuras, que están convencidos de que el camino es más largo pero es más seguro. Que la salida no es cuestión de puntadas ni debe servir para querer convertirse en los que jefean a la oposición.
La MUD como ente que agrupa a casi toda la oposición tiene ahora que acordar el resto de los candidatos y anunciárselos a los venezolanos. Las primarias le pusieron algunas caras al roster de la alianza democrática para el partido de las parlamentarias. Ahora hay que completarlo pronto y salir al terreno a jugar el partido.
La campaña debe comenzar ya. Por un lado exigiendo la fecha de los comicios. Presionando a las cuatro militantes del PSUV que dirigen el Consejo Nacional Electoral a que digan cuando el soberano va a dar su veredicto.
La segunda tarea es convencer a los venezolanos que son la mejor opción para el país. Explicar qué piensan hacer desde el poder legislativo. Cómo pueden desde la Asamblea Nacional mejorar las condiciones de vida de los venezolanos. Deben convencer, en primer lugar, a los opositores escépticos de que votar vale la pena. Que no se puede abandonar la pelea sin darla.
Esperemos que quienes dirigen la MUD tengan la suficiente sapiencia y estén conscientes de que para definir esas candidaturas se debe ser lo más amplio posible. Que hay venezolanos fuera de los partidos que pueden sumar importantes apoyos a la alianza democrática. Que los partidos por sí solos no son suficientes. Que en este caso quien más abarque va a apretar más.
La posibilidad de un triunfo de los sectores democráticos es clara. La pésima gestión de Nicolás Maduro, como consecuencia en buena parte de los errores y desatinos de Hugo Chávez, brinda una oportunidad de oro para que la oposición gane la Asamblea.
El partido todavía hay que jugarlo, pero se parte como favorito, lo que no ocurría desde 1998. Derrotar al maduro-cabellismo es vital para la democracia y el progreso del país.
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