Vigentes Tío Tigre y Tío Conejo en Venezuela, por Rafael A. Sanabria M.
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Tío Tigre y Tío Conejo es una obra del escritor venezolano Antonio Arráiz, publicado en 1946. Este libro de categoría continental se trata de una recopilación de relatos de la sabiduría popular, fragmentos de una Venezuela rural que ya no existe. Parecen cuentos para niños, pero en la realidad lo son de forma, en el fondo expresan una sátira sobre la sociedad venezolana de su época, que utiliza un enfoque cómico y humorístico para criticar las acciones de los líderes políticos y el impacto negativo que tienen para la sociedad.
Cabe destacar que el escritor Arráiz ha sido objeto de estudios y acusa características muy personales, la crítica ha señalado sus grandes dotes de narrador, sobre todo en el tratamiento literario de los temas folclóricos, el costumbrismo, la leyenda y la tradición, que muestran a la vez su comprometida y raigal vocación con las esencias de lo popular, a lo que se une un gran poder imaginativo, plasticidad y numen poético. Sin duda alguna Tío Tigre y Tío Conejo es de intención didáctico-política, donde la filosofía popular muestra la astucia y la inteligencia del débil que termina por vencer al poderoso.
El autor hace una cruda y alucinante crónica de los horrores físicos y morales del presidio político que experimentó en carne propia durante la dictadura de Juan Vicente Gómez. Donde terminó como la mayoría de los estudiantes de la época con sus huesos en la cárcel. Pero nos dejó su mensaje aleccionador a través de sus obras: su ansia de vivir.
Tío Tigre y Tío Conejo es una obra que enseña a través del humor y la ironía, una valiosa lección sobre la responsabilidad social, la tolerancia, y la importancia de luchar por una sociedad más justa. Unos relatos imperdibles para todos aquellos interesados en la literatura y la cultura venezolana y para aquellos que buscan reflexionar sobre la realidad social y política actual.
Aunque Tío Conejo es el personaje principal en el libro de Arráiz, el autor lo ha transformado casi en un personaje secundario. Se convierte solo en un mediador cuyos actos son cuestionados e incluso rechazados tanto por la débil mayoría que los ve como amenazas a su seguridad, como por la minoría poderosa, liderada por Tío Tigre, quien no está dispuesto a negociar sus privilegios pacíficamente. Cada vez que los intereses de los animales llamados inferiores se encuentran con los intereses de los llamados superiores, hay confrontaciones. Consecuentemente los animales considerados racialmente inferiores ven su inferioridad racial lavada una vez que alcanzan estatus social. Cuando se hacen aliados de los animales fuertes y superiores, su posición con relación a sus semejantes cambia.
En la Venezuela actual estos dos personajes del imaginario popular están más vigentes que nunca, los encontramos a la vuelta de la esquina por sus diversas acciones, pueden variar según la historia, pero generalmente están vestidos de la fuerza bruta, de la violencia como norma para obtener lo que se desea, otros revestidos de la viveza criolla, esa ficción a saltarse las normas, a obtener lo que se desea mediante el engaño, la trácala y queriendo ser más vivaracho que los demás. Ambas son formas de proceder que nos dañan como colectivo y están presentes en todos los estratos de nuestra sociedad.
Entendamos en todos los cuentos, estos protagonistas siempre se unen con los demás animales de la selva y cada uno de ellos tiene sus grupos y perseguidores, los cuales le ayudan hacerle la vida imposible al otro y tratar de quedar como el mejor, pero a través de sus travesuras siempre uno de ellos sale perdiendo, es por ello que la política siempre va de la mano para que tanto Tío Tigre como Tío Conejo sean los líderes de cada bando.
Aprendamos con objetividad a descubrir en todos los contextos a los Tíos Tigres y Tíos Conejos de este momento histórico de Venezuela que tanto daño le hacen a nuestro país.
Hay muchos que han copiado el modelo de astucia e inteligencia de Tío Conejo, mientras otros actúan con la crítica, la arrogancia y la torpeza de Tío Tigre. Pero ambas posturas han dañado nuestro tejido social.
Insisto, debemos estar atentos para develar las intenciones de los protagonistas de la Venezuela de hoy, porque ambos Tíos se encuentran en los dos sectores de la vida política. De tal manera que nuestro panorama no sea como el de este cuento: «Tío Tigre invita a Tío Conejo a un juego de pelota en el que se apuesta un gran premio. Tío Conejo temeroso de perder, usa trucos y trampas para asegurar su victoria final del juego».
Finalmente llevemos con nosotros las moralejas de nuestros relatos a todos los flancos donde interactuamos como agentes sociales. Y no olvidemos esta frase: «criticar sin fundamento solo afecta a quien critica».
Yo soy pueblo.
Rafael Antonio Sanabria Martínez es profesor. Cronista de El Consejo (Aragua).
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