Visa para venezolanos no frena migración hacia Colombia por hambre
A horas de terminar una de las misiones que más ha marcado su carrera, el director saliente de Migración Colombia, Christian Krüger, ofreció sus últimas declaraciones
Al director saliente de Migración Colombia, Christian Krüger, le correspondió enfrentar los cambios en migración que vivió el país en los últimos cinco años. Llegó en 2015 y cada año los retos de la entidad aumentaron conforme subía el número de venezolanos que llegaron a Colombia, el segundo fenómeno migratorio más grande del mundo después del de Siria.
Este 31 de diciembre Krüger deja su cargo. A horas de terminar una de las misiones que más ha marcado su carrera, ofreció declaraciones al diario cucuteño La Opinión.
“Conozco esta entidad desde el decreto de su creación y dejarla es como apartarme de un hijo, la gran familia que es Migración Colombia y todos sus funcionarios. En la vida hay prioridades importantes como la familia y quiero dedicarme a esta. Tengo un proyecto en el sector privado. Salgo el 31 y empiezo a trabajar 2 de enero como socio y gerente de una firma”.
-¿Qué cambios vio en estos cinco años?
-Se dio un giro de 180 grados. En 2015 tuvimos a más de 2.000 cubanos en Turbo, hubo tráfico de migrantes, también se incrementó del turismo en nuestro país. En los últimos 20 años cada año ha crecido un 10 % esta cifra, lo que muestra la buena situación que vive Colombia. Y, bueno, ahora el fenómeno que tenemos con Venezuela”.
-Antes fueron los cubanos y ahora los migrantes africanos que están en el norte…
-Más del 99% de estas personas tienen otros destinos como Canadá y Estados Unidos. Los traficantes (coyotes) no los ven como seres humanos, sino como mercancía. Somos una entidad con facultades de policía judicial y combatimos el tráfico de migrantes, la trata externa de personas y la falsificación de documentos. Tenemos más de 180 capturados por estos delitos.
-No tenemos competencia con el tema de los niños, sino el ICBF. Son menores de edad extranjeros, que entran generalmente por el suroccidente y salen por el Golfo de Urabá o el tapón del Darién para pasar a Panamá, Costa Rica y llegar a los destinos de Norteamérica.
-Los reportes de venezolanos se realizan con datos de quienes cruzan por puestos de control. ¿Qué pasa con los que migran por zonas irregulares?
Se tienen los datos de migración regular, que son de las personas con cédula de extranjería, PEP (Permiso Especial de Permanencia) o de los que están dentro del término legal establecido. También están los de migración irregular con los que superaron el tiempo de permanencia o pasaron por trochas. Esos datos los sacamos nosotros, es estadística con base en unas fórmulas de planeación y proyección. No solo estamos en los puntos de control, sino que hacemos labores de verificación.
-Sigue siendo complicado saber la cifra exacta de los que pasan por trocha…
-Es un cálculo de planeación avalado por el Dane que permite dar un número determinado de venezolanos que ingresó por trochas. Pero no tenemos el nombre y apellido.
-¿Hasta qué punto es sostenible el PEP?
-Es importante la migración inteligente, mirar qué necesita el país y ocupar a estas personas en esas actividades. Hay cosas que los colombianos están dejando de hacer: gran parte de la cosecha cafetera fue recogida por venezolanos y también podemos llevar médicos a zonas donde no hay profesionales en salud.
-¿Cómo está la cooperación con otros países?
-Con Argentina o Perú intercambiamos información y también está el carné de vacunación regional. El pueblo venezolano necesita de nuestra ayuda, son seres humanos y hay que convencer a los demás países de trabajar articuladamente con medidas de flexibilización migratoria. Un país puede poner visa, pero cuando la migración es de hambre ese requisito no va a frenar el fenómeno.
-Cada trimestre aumenta la cifra de venezolanos. ¿Se puede llegar a los 4 millones como se proyecta?
-La dictadura de Maduro toma decisiones de expulsión migratoria y así podríamos llegar a recibir un número importante en el país. Puede darse ese escenario con una cifra de esa naturaleza, de 4 a 5 millones. Lo que quiere la dictadura es tener a menos personas y los pocos recursos que tiene poderlos distribuir en sus simpatizantes.
-Ha habido expulsiones a venezolanos. ¿Qué tanto pueden favorecer los brotes de xenofobia?
-Si no ejerciéramos nuestra labor, la gran mayoría de venezolanos que son personas de bien verían afectado su buen nombre y todo lo que vienen haciendo para incorporarse de manera positiva a nuestro país. Nuestros ejercicios como autoridad migratoria están basadas en procedimientos legalmente establecidos.
-¿Cómo se están canalizando los recursos de cooperación?
-En 2015 se atendieron 1.545 casos de venezolanos por urgencias, el año pasado fueron casi 132.000 y en 2019 ya superamos los 240.000 casos. Más de 200.000 niños venezolanos estudiando. La comunidad internacional ha sido generosa, pero falta mucho más porque tenemos un promedio se quedan unos 2.000 venezolanos diarios en nuestro país.
-Se expulsó un venezolano que habría hecho un video frente a una propiedad del presidente, ¿hubo pruebas acerca de que representara un peligro?
-Cuando una autoridad nos dice que un ciudadano puede alterar el orden público y la seguridad en nuestro país, tenemos la obligación de proceder en ese sentido.