¡Volvimos! por Xabier Coscojuela
Todos los venezolanos que creemos en la democracia, la libertad, el estado de derecho, la separación de poderes y el respeto a los derechos humanos estamos representados por esos 112 diputados que postuló la Mesa de la Unidad Democrática
Autor: Xabier Coscojuela
La consigna más coreada por los diputados chavistas y sus barras desde inicios del 2011 hasta finalizar 2015 fue ¡No volverán!, pero la voluntad de la mayoría de los venezolanos dijo lo contrario y a los autoritarios y militaristas líderes del maduro-cabellismo y sus acólitos, no les quedó más remedio que acatarla. ¡Volvimos!
Todos los venezolanos que creemos en la democracia, la libertad, el estado de derecho, la separación de poderes y el respeto a los derechos humanos estamos representados por esos 112 diputados que postuló la Mesa de la Unidad Democrática.
Al Parlamento también volvió su condición de poder civil, y esto no es poco. Durante cuatro, de los últimos cinco años, estuvo encabezado por el capitán, quien le dio su impronta y pretendió convertirlo en un cuartel. Hasta añorábamos el primer y único año de la gestión de Fernando Soto Rojas. Con él había civilidad.
También volvió el respeto a todas las posiciones. Estamos seguros que la directiva de la Asamblea Nacional y los integrantes de la bancada opositora ejercerán sus funciones de manera democrática, apegados al reglamento y las leyes. Algo que es normal nos empieza a parecer extraordinario después de tantos años de abusos.
Volvimos también los periodistas a las sesiones del Parlamento. Ya no podrán arrinconarnos en una sala anexa y negarnos el acceso a una fuente informativa tan importante en cualquier democracia como la Asamblea Nacional. Los debates serán vistos por diferentes ojos, el trabajo de las comisiones también. Cuantas más alternativas mejor. Otro punto muy positivo.
Volvió también la integración plural de las directivas de las comisiones que conforman la Asamblea. Por lo menos esa es la intención de la fracción democrática, a la espera de la respuesta de los diputados rojo rojitos. En la anterior legislatura todos los presidentes y vicepresidentes de comisiones eran del PSUV y por lo tanto, la Comisión Delegada solo era integrada por oficialistas.
Volvió también la posibilidad de investigar todos los hechos de corrupción que se han venido produciendo en el país y que fueron alcahueteados por la mayoría maduro-cabellista. La Asamblea Nacional, como dijo su nuevo presidente, va a ser un poder que cumpla con sus funciones. Ni más ni menos.
Henry Ramos Allup cumplió, en esta primera jornada, con lo ofrecido. Fue fiel a sí mismo, utilizó su experiencia y sapiencia para manejar una sesión que el maduro-cabellismo trató de embochinchar. No lo lograron. Se juramentaron 163 diputados, los tres representantes democráticos de Amazonas lo harán en una próxima sesión, para acatar plenamente la decisión del soberano.
Creemos que la bancada democrática debe insistir en buscar el diálogo con el Gobierno. La actitud de Maduro y los jerarcas del PSUV no ha sido nada positiva desde el 6 de diciembre para acá, ni antes tampoco. Es evidente que buscan la confrontación, pero el estado en que se encuentra el país hace imperativo el diálogo entre todos para lograr el consenso más amplio que pueda permitir revertir la grave crisis que vive Venezuela.
Es cierto que dos no pueden hablar si uno no quiere, pero estimamos que la MUD no pierde nada si insiste en intentar un acuerdo con el Ejecutivo. Si no lo logra será más evidente para los venezolanos quién es el que no quiere buscarle solución a los graves problemas nacionales.
Le damos un voto de confianza a la nueva mayoría de la Asamblea Nacional. Celebramos que se convierta en un poder autónomo, que promueva leyes en beneficio de todos, que actúe en defensa de los derechos humanos y de quienes los defienden. Que ejerza el control sobre el Ejecutivo y los otros poderes y que combata la corrupción que mina al gobierno de Maduro. Este martes 5 de enero se restituyó parte de la institucionalidad del país. Todavía falta avanzar mucho en ese camino, pero es un primer paso.
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