Vuelve la manguangua cambiaria, por Simón Boccanegra
Regresa Recadi. La suspensión del mercado cambiario anunciada hoy no es sino el preludio del control de cambios. Estos cinco días de taima cambiaria seguramente servirán para montar el nuevo Recadi, con el conveniente nombre revolucionario y bolivariano. Volverán las oscuras golondrinas. Conseguir los dólares controlados será nuevamente el negocio del siglo. El mercado negro, tan rápido como el de la gasolina, entrará en funciones con mágica eficiencia. Una nueva camada de millonarios cambiarios construirá sus urbanizaciones en alguna de las colinas del valle caraqueño todavía vírgenes. Pero el Recadi bolivariano servirá también para lo que sirvió el anterior: para extorsionar. «¿Qué me dijo que necesitaba?, ¿Dólares para papel de periódicos? No le oigo bien. ¿Papel de periódicos o películas de televisión, qué fue lo que dijo? Ah, bien, vuelva la semana que viene y póngase en la cola». Los historiadores tendrán mucho trabajo para dilucidar cómo fue que se dio este irónico paso hacia el pasado, en un país donde nadie, aparentemente, quería saber nada de éste.