«Bolichico» contrató a exalcalde de Nueva York para evitar cargos por lavado en EEUU
Alejandro Betancourt habría buscado ayuda del abogado de Donald Trump para evadir cargos criminales por lavado de dinero en Estados Unidos, según investigación periodística
En la investigación que se le sigue en Estados Unidos a Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York y abogado privado de Donald Trump, salió a relucir el nombre de un venezolano: Alejandro Betancourt. Propietario de la empresa Derwick, señalado de haberse enriquecido gracias a negocios ilícitos con el chavismo en tiempos de la «emergencia eléctrica».
Según una investigación publicada el 26 de noviembre por The Washington Post, cuando Giuliani viajó a España para reunirse con un asistente de alto nivel del presidente de Ucrania, a propósito de gestiones relacionadas con Trump al respecto de su adversario Joe Biden, se alojó en una vivienda lujosa propiedad de Betancourt, uno de los llamados «bolichico», con quien tendría intereses profesionales.
Según el periódico estadounidense, Betancourt contrató a Giuliani para contener una investigación en su contra que adelanta el Departamento de Justicia de Estados Unidos sobre lavado de dinero y sobornos. Un mes después del encuentro en la capital española, Giuliani fue uno de los representantes de Betancourt en Washington.
Revela el rotativo que el exalcalde se reunió con el jefe de la división criminal del Departamento de Justicia y otros abogados del gobierno de su país para argumentar que el acaudalado venezolano no debería enfrentar cargos criminales como parte de una red de corrupción investigada en Florida que alcanza 1.200 millones de dólares en sobornos, desde el año pasado.
Según esas pesquisas, las autoridades de Pdvsa, empresarios y banqueros conspiraron para robar dinero de la compañía estatal y lavar los fondos a través de bienes raíces en Miami. Betancourt es uno de los ocho nombres involucrados con el caso, que también implica a su sobrino.
Un reportaje previo publicado por el El Nuevo Herald afirma que aún cuando el empresario no sale identificado por nombre y apellido en los documentos del caso, varias fuentes familiarizadas con la investigación confirmaron que él es el “Conspirador 2” que aparece entre la docena de conspiradores enumerados, pero de identidad resguardada, que aparecen en la acusación criminal de la corte federal del sur de la Florida.
La nota de El Nuevo Herald, publicada el sábado 2 de noviembre, agrega que Betancourt, de 39 años, y algunos de los otros conspiradores no identificados, podrían terminar siendo acusados formalmente.
Las siguientes son algunas claves de este caso, de acuerdo con el artículo publicado por El Nuevo Herald.
1. «Hasta el momento, nueve personas han sido acusadas formalmente, con dos de ellos declarándose culpables y uno esperando juicio. Los otros seis, entre los que se encuentra el primo de Betancourt, Francisco Convit Guruceaga, son considerados como fugitivos por la justicia estadounidense».
2. «Según documentos de la corte, Convit y el Conspirador 2 recibieron $272.5 millones del esquema de corrupción, distribuyendo parte de ese total a quien luego se convirtió en el testigo estrella del caso federal».
3. «Sin contar con gran experiencia en la industria, Betancourt fundó a Derwick Associates hace una década y obtuvo miles de millones de dólares en contratos gubernamentales para la construcción de nuevas plantas de generación eléctrica. Derwick fue acusada en ocasiones de haber recibido el pago de abultados sobreprecios».
4. «Con esos ingresos, Betancourt no sólo expandió sus operaciones, llegando hasta Estados Unidos, sino que compró un apartamento penthouse en el Tower Olympic de Manhattan, y un castillo y otras propiedades de lujo en España, según documentos de la corte».
5. «El caso de lavado de dinero en Miami alega que el “Conspirador 2” estaba en la red de empresarios chavistas conocidos como “Boliburgueses”, y de funcionarios gubernamentales, que recibieron cientos de millones de dólares en 2014 por parte de Pdvsa como pago de un préstamo que otorgaron a la compañía estatal».
6. «La acusación formal de la fiscalía alega que la red utilizó una compañía fantasma para prestarle a Pdvsa en bolívares el equivalente de $42 millones y luego se les pagó en pocos meses el préstamo en euros, haciendo uso de un escandalosamente favorable tipo de cambio oficial que sólo estaba disponible para los amigos del régimen».
7. «Entre los implicados en el caso también se encuentra Orlando Alvarado, quien en algún momento se desempeñó como vicepresidente de Finanzas de Derwick, y quien es identificado como el “Conspirador 4”.
8.»La estrecha relación entre Convit, Betancourt y Alvarado generan preguntas sobre cuánto conocía Betancourt del esquema de corrupción y los esfuerzos por lavar el dinero».
9. «La acusación señala que el Conspirador 2, identificado por fuentes como Betancourt, recibió dinero pero no da a conocer pruebas que establezcan que él estaba al tanto de las actividades ilícitas detrás de los fondos».
10. «Los documentos de la corte sostienen que Pdvsa pagó los fondos de la deuda a la compañía fantasma Rantor Capital, transfiriendo los $600 millones a la firma Portmann Capital Management en Malta».
11. «El pago luego fue traspasado a otra compañía fantasma, Eaton Global Services Limited, creada en Hong Kong y que era controlada por líderes de la conspiración para lavar los fondos, señalan los fiscales estadounidenses».
12. «Los $600 millones fueron posteriormente divididos entre otros “conspiradores”, incluyendo a funcionarios de Pdvsa y los tres hijastros de Maduro, según correos obtenidos por agentes del Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional y fuentes familiarizados con el caso».
13. La nota de El Nuevo Herald señala que los fondos fueron distribuidos entre 2014 y 2015 de la siguiente manera, de acuerdo con la acusación: $272.5 millones fueron al empresario Raúl Gorrín, dueño del canal de televisión Globovision. «Aunque no ha sido acusado formalmente en el caso, es considerado uno de los principales sospechosos del mismo. Del total, Gorrín se quedó con $72.5 millones que utilizó para pagar vuelos aéreos, un yate y servicios de corretaje en Miami. Los restantes $200 millones, el empresario los transfirió a Portmann Capital Management para beneficio de los tres hijastros de Maduro», añade la nota.