“Welcome Mr. President”, por Reinaldo J. Aguilera
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Luego de semanas de pataletas y de negaciones respecto al resultado de cada demanda que se introdujo como recurso electoral por parte del equipo Trump, finalmente se impuso tanto la ley como la tradición. Necesariamente así debía ser, aunque muchos lo duden. Para el mundo entero el asunto ha quedado ni más ni menos en un episodio de realidad paralela, impropia e indigna de la democracia más antigua y consolidada del planeta.
En medio de las más altas medidas de seguridad tomadas en mucho tiempo para una ceremonia de cambio de mando, el momento en que Biden alcanza la Presidencia resulta tan atípica, como aquella en la que Harry Truman sucedió a Roosevelt en plena Segunda Guerra Mundial, quizás comparable también con el día en el que el presidente Ford sustituyó al presidente Richard Nixon luego de su renuncia. Lo cierto es que el pasado 20 de enero, Joe Biden se convirtió en el 46 presidente de EE. UU. y así se inició una nueva etapa en el país del norte.
El mismo primer día de Biden en el cargo, y sentado en la Oficina Oval, procedió rápidamente de tal manera a desmantelar la administración Trump, por lo que firmó de inmediato 17 nuevas órdenes ejecutivas en diferentes áreas, lo que es considerado un movimiento audaz para acabar con las políticas que, en palabras de los asesores del nuevo presidente, han sido un “daño mayor” para la nación, causando diversos incidentes como el de la toma del Congreso a inicios del año.
Por otra parte, el expresidente Donald Trump, ya formalmente acusado, espera el inicio de un segundo juicio político que podría traerle implicaciones futuras, tales como el que se le impida acceder nuevamente a cualquier cargo público, lo que le impediría postularse nuevamente a la Presidencia dentro de cuatro años.
Tal y como lo prometió, el Presidente Biden lanzó una de las órdenes ejecutivas, para proteger a 650.000 inmigrantes indocumentados que llegaron al país siendo todavía niños, por lo que se les conoce en el ámbito migratorio como «dreamers» (Development, Relief, and Education for Alien Minors Act).
Además, la medida también pide al Congreso que promulgue una legislación que les proporcione estatus de residentes permanentes y les abra camino a la ciudadanía.
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Sin embargo, no hay que olvidar la Orden Ejecutiva firmada en su última noche en la Casa Blanca por el expresidente Trump, denominada Deferred Enforced Departure for Certain Venezuelans (DED) o Salida Obligatoria Diferida para Ciertos Venezolanos, mediante la cual se ordenó suspender durante 18 meses la deportación de ciertos ciudadanos venezolanos elegibles, que estén indocumentados dentro del país a partir del 20 de enero de 2021; igualmente la posibilidad de obtener un permiso de trabajo con vigencia durante ese lapso de tiempo.
Podemos ver muchos cambios en materia migratoria en los primeros días de la nueva administración, con la salvedad de que muchos compatriotas serán beneficiados ahora.
En otro aspecto, nada fácil de tratar, está el asunto del Coronavirus y la grave crisis en la que se encuentran sumidos los EEUU, tendremos que esperar y observar si el plan del nuevo presidente, para combatir la pandemia y preparar a los estadounidenses con miras a futuras amenazas funciona.
Otro asunto que está enfrentando de inmediato el nuevo Presidente, es el referido al hecho de reincorporar a Estados Unidos al Acuerdo de París, del que volverá a formar parte en 30 días, recordemos que, en 2019, Trump notificó oficialmente a Naciones Unidas que Estados Unidos abandonaba la coalición de casi 200 países, que trabaja por alejarse de los combustibles fósiles que contribuyen al calentamiento global, tales como el carbón, el petróleo y el gas natural, que repercute directamente en el cambio climático mundial.
Sin lugar a dudas que la situación en nuestra Venezuela también se encuentra en el radar de la nueva administración y esperamos con sumo interés que se actúe con prontitud, ya que parece que el tiempo se acaba para millones de venezolanos que necesitan de una solución urgente, que necesitan volver a la normalidad, que necesitan simplemente vivir.
En tal sentido, no esperamos nada más allá que el hecho de que se adelanten los planes a nivel global que ofreció cuando era candidato y ahora se ejecuten estando ya como jefe y cabeza visible de la democracia por referencia en el mundo; por lo cual nos complace darle la bienvenida y desearle los mayores éxitos, señor presidente Biden.
Welcome Mr.President!!!!
Así de simple y sencillo.
Reinaldo Aguilera es Abogado. Master en Gobernabilidad, Gerencia Política y Gestión Pública de George Washington University/UCAB.
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