Y-2-K monetario, por Juan Vicente Gómez
Como si de un cambio de siglo se tratara, la incertidumbre que rodea la reconversión monetaria del próximo lunes deja espacios inmensos para la especulación, toda aquella franja de ambigüedades donde el gobierno no ha aportado información suficiente.
La opacidad característica de los anuncios quintorepublicanos llega a extremos aberrantes en puntos tan álgidos como el aumento del precio de los combustibles, casi un “secreto militar” que Maduro administra con datos insuficientes, seguramente temeroso de que “esa bomba” pueda estallarle en la cara en cualquier momento.
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Nos hemos mal acostumbrado a que el ejecutivo venezolano “anuncie que va a anunciar”, el gobierno muchas veces lo que suelta son meros “globos de ensayo” y luego la verdadera información cae a cuentagotas (generalmente “mezclada” con el escándalo político que más haga ruido en ese momento.)
En el caso actual pasa lo mismo, el supuesto intento de magnicidio le vino como anillo al dedo a la reconversión del 20 de agosto, nadie entiende nada de nada y de repente un periódico nacional filtra “el tubazo” de que el litro de gasolina subirá en breve a 90 mil bolívares fuertes
Adivina, adivinador, nadie sabe con certeza qué va a pasar en este país a partir del próximo lunes, el gobierno de Maduro hace aguas por todas partes, la piñata de su gobierno puede abrirse en cualquier momento y desde adentro seguramente lloverá algo fétido muy distinto a caramelos.