¿Y el ego hasta cuándo?, por Carlos J. Bracho
Todos hablan de acercamiento, de ya no estar separados pese a las diferencias, de invitaciones entre sectores, de llamados de atención, Perfecto, ¿quién tiende la mano primero? ¿Quién abre la puerta? ¿Quién acepta las equivocaciones? ¿Es viable la unidad suprema?
Quiero ser bastante directo y preciso con este artículo, porque realmente considero que no se está accionando en conjunto con la gente, en conjunto con los venezolanos. Yo entiendo muy bien qué hay una parte discursiva política que es necesaria, pero en estos tiempos también es necesario que las secciones vayan completamente ligadas al discurso, sino el único resultado latente será el fracaso.
Ante las interrogantes que he planteado al principio@ del artículo si considero que es viable la unidad superior; le llamo unidad superior a el acercamiento y trabajo en conjunto de todos los sectores y partidos que conforman la oposición venezolana, pero para esto lo primero que se tiene que hacer es apartar los egos, porque si, considero que más allá de diferencias partidistas o sindicales (en el caso de los sectores empresariales), acá el problema real es que el ego de muchos no deja cohabitar el accionar de todos.
Ese momento tan necesario en el que a todos se le olviden las diferencias al menos por unos meses, será el momento realmente clave para conseguir la mejoría inmediata que todos queremos en el país, de lo contrario ocurrirá lo mismo que siempre, nuevos impulsos que se van desvaneciendo en el camino y van dejando rastros acompañados de resultados poco palpables.
Ahora bien, considero que estamos viviendo un momento tan fuerte en la crisis del país, que todos los sectores que conforman la oposición al régimen tienen que darse cuenta que llegó el momento de los planteamientos claros, de apartar las diferencias y del accionar político tradicional, ese accionar de calle que no depende de la cantidad de asistentes a una actividad para que se vea una buena foto y así sentir que la actividad fue exitosa, no no no, llegó el momento de la visita a las comunidades en conjunto, cómo hermanos, llegó el momento de las visitas constantes a los sectores populares no solo a hacer acto de presencia y ya, eso no nos deja nada, es a escuchar los planteamientos del pueblo, escuchar su clamor y hacerles entender que en conjunto todos podemos hacer que este país mejore.
Puedo rescatar que llegó el momento de la reestructuración efectiva de la unidad, del trabajo fuerte del Frente Amplio Venezuela libre y del respaldo absoluto a la Asamblea Nacional, ese momento que los venezolanos esperaban y que la comunidad internacional tanto ha impulsado, pero eso sí, para que esto sea efectivo es importante que muchos factores de la oposición que finalmente están en la misma lucha, se sienten y dejen de dividir, que decidan trabajar en conjunto y no creen fracciones alternas en la asamblea nacional, ni movimientos radicales partidistas que crean falsas esperanzas en el pueblo venezolano, como tampoco generar ataques y disputas simplemente por ego; es el momento de sanar las heridas del pasado y meterse en la armadura de la lucha del futuro, con la coraza de la esperanza, el escudo de perseverancia, el marchar de la unión y la espada de la libertad.
Todos estamos en la capacidad de un nuevo camino, de un nuevo despertar, así lo están planteando las organizaciones 100% reconocidas de nuestra oposición venezolana, ¿pero, quién da la mano primero? ¿Quién invita? ¿Quién cede? Reflexionemos, es el momento de la unidad superior.
Ir: @carlosbracho