Y la salud ¿qué? Por Saúl Jiménez
@sajidb
2019 año de la cobertura sanitaria universal
Hace días me conseguí a Daniela, una compañera profesional universitaria y quien presta servicios de asesoría en las áreas de Emprendimiento y Género, la vi como triste y le pregunté por su familia, sus hijos y me respondió que todos bien, la que está mal soy yo, esa respuesta me sorprendió por cuanto habíamos estado en unos talleres juntos y todo normal, eso me llevó a preguntarle que le estaba pasando y me respondió: “Se me desprendió la retina, fui al oftalmólogo y es necesario una operación con un costo de 12 mil $ y el HCM no me sirve para nada”, me quedé mudo y le digo que alternativas tiene y me señala: “Estoy haciendo diligencias en los servicios públicos para ver si por esa vía”.
Nos despedimos y me quedé pensando en la tragedia que está viviendo mi amiga y de verdad es sorprendente como estamos viviendo los venezolanos la situación de la salud, atención que progresivamente la han dolarizado casi de forma oficial y donde no sólo es el problema de la atención o de la intervención quirúrgica, sino que luego continúa la otra tragedia de conseguir las medicinas o los insumos para las curas los cuales también hay que adquirirlos a precios dolarizados.
A los días llamé de nuevo a Daniela para saber de su salud y me dijo que todo igual, más preocupada porque cada día que pasa se le agrava más la situación del ojo, que ya tiene historial médico en 2 centros de salud públicos, el hospital Central y el Carabobo, en ambos centros le señalaron que debe comprar todos los insumos y está en una lista de espera para cuando le toque, no sabe fecha, no sabe día, es una incertidumbre total.
Aún así como le facilitaron la lista de los materiales inició su compra y efectivamente ha logrado conseguir algunos y otras se los están consiguiendo en Colombia y ya lleva gastado cualquier cantidad de dinero que no tiene, que está hipotecando hasta el modo de caminar y con la incertidumbre de no saber para cuándo será la intervención quirúrgica con el agravante que es una intervención urgente por cuanto cada día que pasa se va perdiendo más flexibilidad en los tejidos y puede perder la vista, que tragedia para una persona que apenas llega a las 40 años con toda una vida por delante y además con dos hijos menores de edad a quien darles educación y vida.
Cuando uno oye estas cosas que nos está pasando en cualquier familia sean del norte o del sur, del este o del oeste realmente nos mueve las fibras porque sencillamente estamos a merced de las circunstancias, de la suerte, de la voluntad de otros, una sociedad donde no vale ninguna previsión que haya podido obtener la familia como es el caso del HCM de Daniela que dicho por ella misma, no le sirve para nada porque sencillamente la reconversión monetario se tragó su previsión, está en la calle.
Y si luego va a las instituciones públicas que se supone deberían tener respuesta para estas situaciones se consigue que entra en una lista de espera que no se sabe de cuantas personas será ni cual es el criterio de selección de las prioridades, sino que será como vayan llegando y no en base a su urgencia, o quizás con el tráfico de influencia de alguien que trabaje en el centro que mueva el historiar médico un poquito más arriba.
Debemos preguntarnos si una sociedad puede avanzar así, cuando el estado que debe velar por la calidad de vida, por la salud como lo señala nuestra Constitución Nacional no tiene nada que ver con eso y prácticamente se lava las manos, donde los centros de salud lo que tienen es el personal que trabaja por la mística y el compromiso que tienen con su profesión pero más nada, donde también, al igual que los pacientes está en la misma incertidumbre en el momento de una enfermedad, donde tienen unos sueldos que apenas alcanza para los pasajes para ir a trabajar y comprar algo de comida, donde los bonos compensatorios en base a la contratación colectiva tienen años que no se lo cumplen y que ahora con la reconversión prácticamente desaparecieron.
Es necesario que el Gobierno reflexione sobre toda la situación que estamos viviendo los venezolanos en el caso de la salud y la alimentación, que hagan un análisis sincero y desprovisto de matices políticos sino técnicos para que puedan desnudar la realidad que tenemos y se puedan utilizar los mecanismos internacionales que ya están creados a través de la ONU para que puedan ingresar al País los insumos necesarios para salvar vida y que eso no representa ninguna injerencia extranjera por cuanto Venezuela es signataria y firmó dichos acuerdos y los cuales tienen todo un protocolo de implementación donde el estado juega un papel fundamental y de esa manera le puede dar respuesta en forma cabal a sus conciudadanos cumpliendo con el papel que le corresponde al Estado en estos casos, la salud no espera se atiende al paciente, puede agravarse o morir, no hay términos medios.