¿Y qué tal si los llamamos?, por Carlos M. Montenegro
Mientras escribo, hoy, 21 de marzo de 2019, el territorio venezolano se encuentra muy visitado por personas que son todo menos turistas. Por un lado hay un grupo de cinco personas enviado a Venezuela por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, cuyo titular es la Sra. Michelle Bachelet; y paralelamente, también está el Grupo de Contacto para la crisis venezolana, creado por la Unión Europea (UE) según anunció Federica Mogherini responsable de política exterior. Ambas delegaciones fueron invitadas cordialmente a realizar la visita por el actual presidente del gobierno de facto que les mostró maravillas. Pero al parecer no se han creído nada, pues lo que están viendo es hambre, muerte y violaciones incontroladas a los derechos de las personas y a la Constitución, y se lo han contado a sus jefas.
Así que hoy amaneció con varias noticias que chasquearon como bofetadas en el rostro del gobierno usurpador y me explico: La Sra. Bachelet emitió un 1er informe, parándole bolas a su gente, diciendo en resumen que sí, que esto es una dictadura que no respeta los DDHH humanos y todo lo demás; otra bofetada viene de la OEA, en la que en su sesión oficial de ayer, un oficial del ejército bolivariano denunció al régimen,aun vigente, de torturar a militares opositores y aportando como pruebas unos espeluznantes videos, que están siendo evaluados por el organismo; y la tercera cachetada es que Uruguay reconoció a Guaidó tras los informes preliminares enviados por el Grupo de contacto de la UE.
Por si fuera poco, sorpresivamente llegó el non grato Zapatero a bordo de un avión de PDVSA, provocando el repudio general, aunque apenas en horas se fue. Nada de esto le debió gustar al presidente anterior, pues mientras sus blabladores andaban alardeando del éxito obtenido ante el “Imperio”, al no permitir, imagínense, ingresar la ayuda humanitaria acumulada en las fronteras con Brasil, Colombia y Curazao; yno se le ocurrió otra torpeza que enviar a decenas de sicarios policiales encapuchados de madrugada para allanar los domicilios de dos diputados: Roberto Marrero, director del despacho de Guaidó y Sergio Vergara Coordinador Regional electo de Voluntad Popular, tumbando, puertas, paredes y ventanas. Todo eso en las narices de los observadores oficiales de los DDHH, de la UE y de la ONU, que aún están husmeando por Venezuela. ¿Qué tal?
Mientras, en las fronteras la comida y las medicinas esperanser trasportadas y distribuidas en el país, aunque de este lado las victimas siguen acumulándose, pues la muerte no espera y si esa ayuda no es la solución definitiva al menos aliviará a los casos más críticos, mientras se buscan soluciones estables.
El ex gobierno acusa al Imperio y su guerra sucia de querer invadirnos usando la ayuda humanitaria como pretexto para apropiarse de todo lo que ellos usufructúan. Sin embargo el gobierno interino busca la manera de hacerlo por las buenas aunque, con los cañones enfrente, todo indica que tendrá que ser por las malas. Que al régimen le importa un bledo que se conozcan sus desmanes ya lo sabemos, y que si no se juega a su juego con las cartas marcadas romperá la baraja y pateará la mesa, también se sabe.
Pienso que ha llegado la hora de dar un paso adelante y utilizaruna, al menos, de todas las opciones quetodosdicen tener sobre la mesa, especialmente Trump. Ya está bueno del todo va llegar a su debido tiempo… que hay que atar bien todos los cabos… y el 187.11, que sí, que no y dale con el bla, bla, bla… instandopara que no llegue el momento que “nadie desea”: el de las armas y la sangre.
Estoy seguro, y disculpen si estoy errado, que en esa mesa abarrotada de opciones debe haber una que curiosamente no he oído mencionar, pero pienso que debiera tomarse en cuenta. Se trata de una formula probada en múltiples ocasiones y, aunque con resultados variados, ciertamente ha contribuido a evitar matanzas y salvar muchas vidas de inocentes a costa, incluso, de perder las suyas. Así que permítanme alargar la mano y sacar esa opción del montón, para ponerla a disposición de los que entienden de la materia. Me refiero a las Fuerzas de Paz de la ONU.
Precisamente en el primer artículo de la Carta Fundacional de las Naciones Unidas en 1945, en el párrafo 1 ya señala que el primer propósito de la Organización es:“mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin tomar medidas colectivas eficaces para prevenir, eliminar las amenazas a la paz y suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la paz, y lograr por medios pacíficos, conforme a los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a quebrantamientos de la paz” (sic). O sea, que mantener la paz y la seguridad en el mundo ha sido desde su creación la principal preocupación y tarea de Naciones Unidas, y desde 1948 se ha servido en múltiples ocasiones de esa Fuerza de Paz.
Fuerza que está conformada por militares y civiles que aportan las Naciones Miembros, para que realicen actividades que conduzcan a la solución de conflictos entre países, o comunidades enfrentadas dentro de una misma nación.
Los militares, en primer lugar, son miembros del ejército de su país, pero están adscritos a trabajar como fuerza de la ONU.Su principal objetivo es proteger a civiles y auxiliarlos con atención médica y alimentos estableciendo para ellos zonas de seguridad en zonas de conflicto, supervisar el cumplimiento del alto el fuego en los procesos de paz. Además de capacitar al personal militar del país en el que se encuentren.
Hay dos tipos de operaciones de paz: las fuerzas de mantenimiento de paz y las misiones de observadores. Las primeras están compuestas por efectivos militares y policiales conocidos como “Cascos Azules” por el color del casco que llevan. Portan armas ligeras que sólo pueden ser usadas en defensa propia. Los miembros de las misiones de observadores no portan armas y llevan una boina de color azul.
La ONU cuenta con un contingente de 97 mil miembros provenientes de 110 países: Canadá, Nigeria, Italia, Australia, son algunos de los países que han aportado más miembros. Actualmente hay 16 operaciones en marcha en lugares como el Congo, Afganistán, Darfur, Kosovo, República Dominicana El Salvador y Haití entre otros.
Estas operaciones integradas por fuerzas multinacionales bajo el mando de la ONU, desempeñan principalmente funciones de vigilancia, información y fomento de la confianza. Son como un tercero imparcial que contribuye a establecer y mantener el cese del fuego e implantar una zona neutral de separación entre las partes enfrentadas, prestando un apoyo crucial a los esfuerzos políticos para resolver el conflicto por medios pacíficos.
Otro elemento a destacar es el armamento de la organización. Actualmente dispone de 4 aviones, 156 helicópteros, 7 buques, 14.000 vehículos y 24 drones aéreos. Todas las misiones son asistidas por un grupo de voluntarios, que se encargan de las tareas que demandan conocimientos técnicos. En 2016, este equipo de voluntarios eran 2.490 miembros.
Los principales contribuyentes al organismo son en orden de importancia: Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Rusia, Italia, Canadá y España. Estas Fuerzas de Paz no intervienen en asuntos internos del país en donde se hallan, sean políticos o penales.
El contexto estratégico del mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas cambió fundamentalmente con el final de la Guerra Fría. La naturaleza de los conflictos también ha cambiado con los años. El mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, se estableció inicialmente para actuar en conflictos entre Estados.
En la actualidad, su personal realiza una gran variedad de tareas complejas, desde contribuir a establecer instituciones de gobierno sostenibles, vigilar la situación de los derechos humanos, o colaborar en la reforma del sector de la seguridad ciudadana.
Como se ve, con los Cascos Azules no parece haber peligro de invasión para robarse el oro que dejarán los que se vayan; así que podrán traer la ayuda humanitaria sin miedo. Los soldados seránbien surtiditos, habrá rusos, chinos, alemanes, gringos, australianos, mejicanos o chilenos, y no los odiados“marines imperiales”.
Lo cierto es que tenemos ataques y detenciones indiscriminadas a ciudadanos del “bando contrario”, una nación asolada y sus riquezas naturales directamente desvalijadasy malversadas, y una indiscutible emergencia humanitaria. En fin, lo único que se me ocurre decirles a los expertos en estas cosas, es que aunque sea para probar: ¿Qué tal si los llamamos?
Y así averiguaremos para qué sirve la ONU.