Un kilo de cambur a cuarenta…, por Rafael Hernández
Autor: Rafael Hernández | @jrhernandez381
Muchas imágenes de emigración, sacan la foto del terminal de Maiquetía y sus instalaciones (o el arte en ella). Pero ya comenzamos a tener otras nuevas constataciones: canchas de basket en Cúcuta llenas de venezolanos.
¿Qué quieren decir estas nuevas fotos?
El inicio masivo de una clase social que le daba “chance” a las medidas del gobierno para resolver la grave situación de hiperinflación, desabastecimiento, sin medicinas y una inseguridad desbordada a niveles mundiales. Los pobres ya comenzaron a decir “basta” a la realidad que, cotidianamente los afecta, también.
Un kilogramo de cebolla está en Bs. 120.000,00, Cuánto por un kilo de café. Cuánto por un kilo de azúcar. Cuánto por medio cartón de huevos.
Y los precios de las medicinas: todas a precios mayores a doscientos mil bolívares. Una caja de Omeprazol, de siete pastillas, cuesta más de un millón de bolívares… Misión Salud para los nacionales y extranjeros. Según esto, queda prohibido enfermarse. Los viejitos con sus enfermedades crónicas pasan a no poder adquirir sus tratamientos o pasar a los remedios “de antes”. Es decir, muerte con mayores posibilidades, frente a un gobierno cuya única visión es mantenerse “como sea” en el poder.
¿Qué podrán estar pensando los sectores populares para emigrar? Salir a hacer qué. Dormir dónde. Su misión es salvarse de un gobierno que no lo hace para ellos. Ni para nadie.
Este nuevo tipo de emigrante, ya está tocando puertas en todos los países de América Latina, España, Estados Unidos y Canadá. Los que ahora comienzan a ofrecer sus servicios por tarifas más económicas que los nacionales de cada uno de estos lugares. Y por eso tendremos una cantidad enorme de nacionales haciendo construcción, de domésticas, cocinando, entre otras tareas. Ganando mucha plata, al cambio del bolívar “fuerte”, pero menos que los nacionales de allá, en similares tareas.
Los pobres venezolanos forman parte de la civilización que decidió salir de un país que no los reconoce, a pesar de que “ellos” dicen que sí…
Un kilo de cambur ya cuesta 40 mil bolívares. Nueve kilos, un salario mínimo. Así no pueden vivir en el país. Ni siquiera podemos comprar cambur…
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