Solidaridad contra el colapso, por Roberto Patiño
robertopatino.com
Todos los venezolanos padecemos los embates brutales que produce el régimen inédito de Nicolas Maduro para mantenerse en el poder. Su colapso dictatorial tiene un efecto destructivo en todos los niveles de nuestra sociedad. Colapso que se magnifica por el impacto que también causa en la región latinoamericana y la geopolítica mundial.
Ante la situación los venezolanos tenemos una urgencia vital de cambio. Una urgencia que se ha galvanizado alrededor de la transición a la democracia liderada por Juan Guaidó. Ahora estamos sumidos en esta lucha, en medio de la severa crisis que el régimen utiliza como arma en contra del pueblo venezolano, para mantenernos en opresión, hostigados, sin medios, sin esperanza.
Todos somos o tenemos un familiar, un amigo, un conocido, un vecino que no come, que no tiene medicinas, que no se puede tratar. En apuros económicos, con el trabajo o el negocio comprometido. Afectado por la violencia o la represión. Sin gas, sin agua, sin luz, sin transporte.
Y es en medio de estas durísimas condiciones que debemos insistir y continuar para generar el cambio.
En estos días hemos vivido en lo personal las violaciones de derechos humanos a líderes sociales y sus comunidades, en nuestra Red Solidaria. También, las dificultades para conseguir alimentos, insumos y servicios, así como mantener en funcionamiento comedores de Alimenta la Solidaridad.
Sobre esas adversidades hemos tenido que perseverar guiados por la responsabilidad y vinculo con personas y comunidades. Por ejemplo, en el actual colapso eléctrico, un almuerzo de Alimenta la Solidaridad representa la única fuente de comida segura en el día para muchas de las familias vinculadas al programa.
Ante esta realidad no podemos parar. No podemos dejar de luchar para que esto cambie.
Nuestra lucha no es la de la violencia y la fragmentación. Nuestra lucha es la de los valores convivenciales y el encuentro. La de sumar esfuerzos y articularnos. Nuestra lucha no solo va dirigida a enfrentar las emergencias del ahora. Con igual importancia también sentamos las bases de una nueva convivencia que permita la construcción de un futuro posible, lejos de la fragmentación, el oportunismo y la violencia con las que este régimen insiste en mantenernos secuestrados.
Esto es muy importante en los actuales momentos, en que el colapso dictatorial, en discurso y acciones, siembra el desánimo y la desesperanza. Es en estos momentos en que es de enorme importancia reconocer el inmenso valor de lo que hemos conseguido con la solidaridad y el encuentro verdadero. Desde el trabajo de cientos de redes de apoyo, grupos de derechos humanos y trabajo social hasta el reconocimiento en el mundo de la dictadura madurista y el logro de acceso de ayuda humanitaria al país. Desde la vinculación masiva de los venezolanos a manifestaciones y protestas, así como la articulación de gremios, entes académicos, religiosos y empresariales para presionar por el cambio democrático y la generación de propuestas reales contra la crisis.
En nuestro caso particular es la permanencia de un comedor, el impacto positivo en una madre, un niño, una comunidad. La persistencia y continuidad de los emprendimientos que, como Sustento, llevamos a cabo. La construcción de liderazgos locales. Los vínculos que hemos logrado con comunidades en Caracas y el país.
Mantener esta lucha es y va a ser duro y difícil. Impulsar la solidaridad y el encuentro en este contexto de colapso dictatorial será de gran complejidad, ante los desbordamientos de violencia, injusticia y muerte desde el Estado criminal. Pero debemos perseverar no sobre falsas expectativas o esperanzas irreales sino sobre la base de los logros concretos que, desde la solidaridad y el encuentro, estamos logrando. Solo así podemos resistir y superar esta tragedia y solo así podemos construir la nueva Venezuela que todo el país ansía y reclama.
Roberto Patiño
Coordinador de Movimiento Mi Convive y Alimenta La Solidaridad
Coordinador de Voluntarios por Venezuela
Miembro de Primero Justicia