21 años de vicisitudes, por Luis Manuel Esculpi
Twitter: @lmesculpi
Aún estaba fresca la polémica originada por su salida de la dirección del vespertino. Ya estaba adelantando un proyecto editorial, se había registrado La mosca analfabeta. En su breve y productiva pasantía por El Mundo había descubierto su vena periodística.
Teodoro se dedicaría con la misma pasión y empeño con la que siempre emprendió las más diversas actividades en su vida. Se emitió una gran cantidad de acciones entre amigos y allegados para garantizar el financiamiento del proyecto.
Los empresarios que estaban ganados para contribuir con la empresa que se iniciaba, no querían que su nombre apareciera entre los accionistas por temor a represalias. Solo uno, Hans Neumann, estuvo dispuesto a figurar entre los miembros de la Junta Directiva de la editorial de TalCual.
En medio del entusiasmo generado por las posibilidades de realización del plan, la idea fue cobrando cuerpo. Así se pasó de pensar, inicialmente en un semanario, a la decisión de editar un diario.
El resto es historia conocida, hace 21 años apareció TalCual con su emblemático editorial titulado: Hola, Hugo. En lo adelante la primera página del diario se convertiría en una referencia imprescindible para los analistas y comentaristas políticos.
El periódico tuvo que sortear el acoso permanente por parte del gobierno, desde la presión ejercida contra sus anunciantes, pasando por cerca de nueve demandas judiciales, que no impidieron que siguiera siendo consecuente con su eslogan de hablar «claro y raspao».
Muchas veces el editorial era escrito el mismo día, a primera hora de la mañana, o escrito el día anterior y revisado antes de enviar a la imprenta. Teodoro reunía al equipo y le leía el texto, escuchaba observaciones y recomendaciones incorporando las que consideraba pertinentes. La selección del tema a tratar era igualmente objeto de consulta, a veces más allá del personal del periódico. Teodoro era sumamente exigente en esa materia, al «cranear» el editorial de cada día, le dedicaba especial atención, de allí el éxito de la carta de presentación de TalCual.
*Lea también: Petkoff, tal cual, por Javier Conde
Por su trayectoria, el diario ha recibido numerosos premios y reconocimientos. Uno muy importante el Ortega y Gasset, otorgado por el diario El País de España, no lo pudo ir a recibir Teodoro por tener prohibición de salida. Pese a su enfermedad, el acoso gubernamental permaneció implacable. En su lugar lo recibió el expresidente español Felipe González, quien viajó a Venezuela y le hizo entrega del premio al fundador de Tal Cual. En esa oportunidad declaró: «Teodoro Petkoff es un río de ideas y de acciones». Una breve pero exacta definición de la personalidad del personaje.
En la actualidad TalCual en su formato digital es dirigido por Xabier Coscojuela, a quien le ha correspondido la inmensa tarea de mantener el proyecto ideado hace 21 años. Su desempeño al frente del equipo de periodistas ha sido notable, manteniendo la continuidad y adaptándolo a las nuevas y difíciles circunstancias.
Durante este tiempo TalCual ha sorteado todas las vicisitudes que le ha tocado enfrentar, no tenemos dudas de que continuará ejerciendo un periodismo crítico e independiente, superando las dificultades, para así seguir siendo fieles a sus postulados.
Con este reconocimiento a la trayectoria de un proyecto editorial, que ha alcanzado la mayoría de edad con importantes y significativos logros, regreso nuevamente a escribir mi columna, después de un par de meses de ausencia por un receso voluntario.
Para finalizar, reitero mi reconocimiento al personal que acompaña a Xabier Coscojuela en la ingente labor de mantener el noble propósito de ejercer el periodismo tal como se realiza desde TalCual.
Luis Manuel Esculpi es dirigente político, parlamentario jubilado del antiguo Congreso de la República.