23 de enero 2020: Del cabildo abierto juramentando a un presidente a reunión en la plaza
Desde Davos, un enclave suizo que reune al Foro Económico Mundial, Juan Guaidó le aseguraba a líderes mundiales que los venezolanos «no pueden solos» y que además descartaba nuevas negociaciones con el régimen de Nicolás Maduro
Hace un año, Juan Guaidó tomaba juramento como presidente encargado de Venezuela ante una multitud reunida en la avenida Francisco de Miranda, ubicada al este de Caracas. La realidad venezolana, aunque ha cambiado, mantiene al presidente de la Asamblea Nacional como protagonista pero en esta fecha, cuando se celebra el retorno de la democracia, fuera del país.
«Juro asumir formalmente las competencias del Ejecutivo nacional como presidente encargado de Venezuela para lograr el cese de la usurpación, un gobierno de transición y elecciones libres», dijo Guaidó ante los presentes.
Ese gran cabildo abierto que protagonizó Guaidó hace un año, que sorprendió a gran parte de los diputados, tuvo poco paralelismo con el acto que realizó la Asamblea Nacional (AN) este 23 de enero de 2020 para conmemorar esta icónica fecha.
Luego de que el acto se trasladara desde la Concha Acústica de La Paz, en El Paraíso, hasta la plaza Bolívar, el primer vicepresidente de la AN, Juan Pablo Guanipa, insistió que van a luchar «hasta sacar a Maduro de la Presidencia que usurpa, tomando todos los riesgos que tengamos que correr».
A esa zona popular solo llegaron los diputados Ivlev Silva, Leonardo Regnault, algunos vecinos y militancia de partidos como Acción Democrática.
Temprano se había retirado el camión de sonido luego de la presencia de la Policía Nacional Bolivariana, las Fuerzas de Acciones Especiales y algunos civiles identificados como colectivos. Por esta razón, los diputados decidieron cambiar el lugar del acto, que levantó algunas protestas entre los vecinos pues «ya basta de ir al este. ¿Por qué no se puede hacer ningún acto en el oeste? No podemos seguir corriendo», manifestó un vecino que prefirió omitir su nombre.
Desde Davos, un enclave suizo que reune al Foro Económico Mundial, Guaidó le aseguraba a líderes mundiales que los venezolanos «no pueden solos» y que además descartaba nuevas negociaciones con el régimen de Nicolás Maduro, tras los fracasos del mecanismo de Barbados.
Mientras, el apoyo popular a la actividad de la Asamblea Nacional no se dejó sentir. En la plaza Bolívar de Chacao estuvieron al menos 200 personas, que no lograron escuchar lo que dijo Guanipa o Guillermo Tell Aveledo, politólogo y decano de la Escuela de Estudios Jurídicos y Políticos de la Universidad Metropolitana.
«Esperamos que el oprobio y la tiranía no duren para siempre. En más de una ocasión hemos lanzado el yugo, tal como dice nuestro himno,que las ilusiones de los demócratas han sido traicionadas o distraidas por la dictadura y el oprobio», dijo el profesor universitario, rodeado de periodistas y diputados.
El 23 de enero del 58 fue un hito irrepetible porque a diferencia de otras fechas, prosiguió Aveledo, «durante un momento largo, la democracia no había sido traicionada. Pudimos tener durante cuarenta años avances y retrocesos, luchas y dificultades de un país que depende tanto de la renta petrolera, sin embargo ese país se forjó en la democracia».
Ciertamente ya no tenemos democracia, hace tiempo que no la tenemos, afirmó el politólogo. «Tenemos algún tipo de gobierno autoritario que como los Monagas, los Guzmán o Pérez Jiménez tienen a cientos de venezolanos humillados, al exilio forzoso o pasando hambre».
Ante la pregunta de qué pueden hacer los demócratas ante esta dictadura, el decano de la Unimet aconsejó «un cambio en la dirección, el patriotismo espera. No debemos dejar ningún medio legítimo fuera de nuestro alcance. Dependerá de ustedes y del liderazgo, decirnos qué hacer en esta hora. Estamos dispuestos a hacer lo que se deba hacer».