Las difíciles relaciones con Estados Unidos, por Sergio Arancibia
Autor: Sergio Arancibia
El Presidente Trump ha anunciado recientemente que subirá los aranceles a las importaciones de acero. Se espera que esa medida lleve dicha tasa arancelaria a un nivel de 25 %, lo cual es bastante elevado tanto de acuerdo a los estándares norteamericanos como mundiales.
La medida anunciada – pero todavía no concretada – no está dirigida en particular contra Venezuela, pero afectará de alguna manera a nuestro país. Venezuela exporta hacia Estados Unidos – según las cifras disponibles correspondientes al 2017 – un total para el capítulo 72 del arancel – Fundición, hierro y acero- de 23,5 millones de dólares, lo cual es aproximadamente el 0.2 % del total de las exportaciones venezolanas a su conflictivo mayor socio comercial.
Las modalidades que asumirá dicho incremento arancelario no son claras. Si suben los aranceles para todo el acero importado, de todos los países del planeta Tierra, es altamente probable que la producción interna de acero dentro de Estados Unidos se incremente, que los precios internos suban y que las importaciones disminuyan. Los grandes proveedores son hoy en día Canadá, China, México, Brasil y la Unión Europea. Venezuela, en la lista de proveedores del capítulo 72 a Estados Unidos, se ubica en el lugar 51. Es obvio que la medida no se ubica en el contexto de las sanciones económicas contra Venezuela. Pero si Estados Unidos reduce sus compras, los perjudicados no serán todos los países proveedores por parejo, como si estos se repartieran en forma proporcional las menores ventas. No. Lo más probable es que los países que producen acero con más alta productividad y con menores precios logren defenderse mejor, y conservar una proporción mayor de sus ventas a Estados Unidos. Las menores compras afectarán fundamentalmente a los productores que tienen mayores precios o menor productividad. Es posible que en esa situación se encuentre Venezuela.
Hay que recordar que sin boicot y sin incremento de los aranceles, ya Venezuela ha venido en los últimos años disminuyendo sus ventas del capítulo 72 a Estados Unidos.
En el 2015 esas ventas alcanzaron a 56, 8 millones de dólares. Bajaron a 28 millones de dólares en el año 2016 y llegaron a 23, 5 millones de dólares en el año 2017. Y todo ello en un contexto en que Estados Unidos aumentaba sus compras de acero desde el resto de los países del planeta.
En síntesis, aun cuando el mercado norteamericano para el capítulo 72 no es cuantitativamente importante para Venezuela, es dable suponer que la política económica del Presidente Trump, termine perjudicando poco a los grandes productores mundiales de acero y perjudicando mucho a los más débiles y pequeños, entre los cuales se encuentra Venezuela con su alicaída producción de Sidor.
Sergio-arancibia.blogspot..com
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