El frente, el régimen y la farsa, por Freddy Núñez

Autor: Freddy Núñez | @nm_freddy
La decisión de la delegación de la oposición venezolana, negándose a firmar en República Dominicana un “acuerdo” lesivo a los intereses nacionales, ha sido el inicio de lo que sin duda podemos llamar una nueva y definitiva etapa en la lucha de Venezuela contra un régimen sostenido por instituciones deslegitimadas y la cúpula de la fuerza armada. Ha servido también para que quienes en la comunidad internacional exigían a la oposición dialogar, apreciaran con nitidez que el único interés del régimen es perpetuarse en el poder, y eso hace imposible que sin presiones, acepte realizar elecciones legales y transparentes.
Los eventos previos al diálogo, dentro de los que destacan la elección de la espuria anc, cuyos resultados llevaron a Smartmatic a afirmar que “al menos un millón de votos” eran fraudulentos, la defenestración de Juan Pablo Guanipa, quien fue electo gobernador por el pueblo zuliano, y las actas que exhibe Andrés Velázquez, demostrando el robo de su elección en el estado Bolívar, evidencian que al régimen ya no le es suficiente el ventajismo y la ristra de abusos conocidos, sino que pretende mantenerse en el poder a costa de cualquier cosa.
Cuando los hermanos Rodríguez, fracasan al intentar imponer el “acuerdo”, apuestan por convocar elecciones, una farsa para la que necesitan con urgencia aliados “opositores” que les ayuden a intentar legitimar el fraude. Las “elecciones” oficialistas, no ofrecen ninguna garantía a los electores, están inscritas en un todo tramposo al cual no escapa ninguna etapa del proceso electoral. Son una perfecta totalidad de ilegalidad y violación de los derechos constitucionales de los ciudadanos.
Entretanto, mientras al régimen solo lo ocupan sus maquinaciones para atornillarse en el poder, el país se desintegra y padece la crisis social y económica más dramática de los últimos setenta años. Es una obligación la lectura de la recién publicada encuesta Encovi 2017 (Encuesta sobre condiciones de vida del venezolano) para entender que el drama nacional exige con urgencia impostergable la unidad de todos los sectores para cambiar al gobierno y al modelo que ha instalado el hambre y la miseria en el país.
Esa unidad nacional ha comenzado a formarse, los actos recientes con participación de una amplia representación de los más diversos sectores de la vida del país, iglesia, trabajadores, partidos políticos, empresarios, universidades, ONGs, sectores populares, etc, es una ruta que tiene que conducir a hacer visible ese casi 85% de venezolanos que están desesperados por un cambio.
La decisión de no participar en la farsa electoral del régimen y luchar para que se vea obligado a realizar elecciones legales, transparentes y con garantías suficientes, debe ser la expresión del país todo. Nadie está contra el voto, se está contra el fraude y la manipulación del voto. Hoy la crisis afecta igual a todos los venezolanos, solo los vinculados al régimen y a sus negociados están exentos. Es demasiado importante fortalecer la unidad nacional, romperla participando como comparsa en el fraude electoral, más que un error político, es un crimen.