A 30 años del Caracazo, muchas son las víctimas que siguen sin aparecer

Aquel ajuste macroeconómico anunciado entonces por Carlos Andrés Pérez, según su propio discurso, serviría para reparar la economía y rebajar la deuda externa, que para el momento ascendía a los 32 millones de dólares
Este 27 de febrero se cumplen 30 años del Caracazo, la masacre ocurrida en Venezuela cuando la sociedad civil tomó la decisión de volcarse a las calles luego de que el entonces presidente Carlos Andrés Pérez, aplicara un programa de medidas macroeconómicas llamado el “paquetazo”, que para los ciudadanos representaba un grave asalto a la estabilidad.
Fueron cientos las personas que murieron producto de la represión por parte de las autoridades, y aunque la lista oficial dice que fueron 276 las víctimas fatales, muchos aseguran que esta cifra es mucho mayor. Incluso se habla de miles.
Varias son las ONG’s que señalan que no solo fue el 27 de febrero de 1989 cuando ocurrieron todas las muertes, sino que la masacre se extendió del 28 de febrero al 1 de marzo, tiempo que duró el toque de queda.
La represión indiscriminada por los organismos de seguridad afectó en su mayoría a zonas populares de la ciudad capital, con énfasis en El Valle, Antímano y Petare.
La fundadora del Comité de Familiares de Víctimas del Caracazo (Cofavioc), Lilian Ortega, aseguró al diario 2001, que este ha sido uno de los “casos en América Latina que mayor cantidad de tiempo ha tardado en tener el gesto humanitario de identificar los restos de las víctimas, encontrarlas en fosas clandestinas (ubicadas en el cementerio general del sur) y entregarlas a sus familiares”.
Tal es el caso de Fidel Orlando, un obrero de la construcción que a sus 24 años recibió un disparo en el estómago cuando se encontraba a pocos metros de su casa, aquella tarde del 27 de febrero. El hecho ocurrió en Baruta y a pesar de que el joven fue auxiliado por sus familiares y trasladado al hospital Pérez de León, no logró sobrevivir, por lo que su cuerpo pasó a formar parte de los cientos de cadáveres que se acumularon en la morgue de Bello Monte.
30 años después, su hermana Maritza Romero Castro denuncia que el cadáver de Orlando fue uno de los cuerpos que enterraron en “la peste”, área del cementerio del Sur donde fueron sepultadas decenas de personas sin consentimiento de sus familiares.
Aunque su madre ha luchado desde aquel momento por tener consigo el cadáver de su hijo y poder sepultarlo como fuese su deseo, no lo ha logrado. Durante aquellos días fueron cientos los cuerpos que llegaron a la morgue de Bello Monte y que nunca fueron entregados a sus deudos.
Aquel ajuste macroeconómico anunciado entonces por Carlos Andrés Pérez, según su propio discurso, serviría para reparar la economía y rebajar la deuda externa, que para el momento ascendía a los 32 millones de dólares.
Entonces dijo reconocer la «dificultad y las durezas de las medidas, pero no hay otro remedio si queremos bienestar para toda la colectividad».
Tres décadas después, decenas de cuerpos siguen sin aparecer y muchas las interrogantes que nunca se respondieron, dejando el 27F como un recuerdo oscuro en la historia nacional que esperamos no vuelva a repetirse.
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