A la conquista de los “océanos azules”, por David Somoza Mosquera
Twitter: @DavidSomozaM
En los últimos años, los líderes empresariales han estado familiarizados con el concepto de un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo, también conocido como VUCA, por sus siglas en inglés. Y, a raíz de la pandemia, lo han vivido más de cerca con el vuelco inesperado que ha experimentado el entorno empresarial: las personas se vieron impactadas por la incertidumbre y el aislamiento, y en cuestión de semanas o días tuvieron que modificar sus patrones de comportamiento y sus rutinas de trabajo.
Ahora, ya más controlado el covid-19, el mundo de los negocios tuvo que volver a dar otro giro para poder adaptarse a la realidad post pandemia. No obstante, el entorno sigue siendo cambiante y en ocasiones desconcertante, y las empresas tienen que hacer frente a tales desafíos mediante, entre otros aspectos, la innovación.
¿Y cómo lograrlo? Teniendo presente una estrategia que nunca pierde vigencia, la del «océano azul». Se trata de un método de gestión empresarial cuyo objetivo es conseguir nuevos mercados y oportunidades de negocio «antes que seguir insistiendo en la competencia destructiva de escenarios ya explotados».
Así que en tiempos de crisis no tiene sentido seguir chocando con la misma piedra y de allí la pertinencia de esta estrategia, detrás de la cual se encuentran los teóricos W. Chan Kim y Renée Mauborgne, quienes en 2005 publicaron un libro con el título «La estrategia del océano azul», donde defienden la importancia de la innovación a la hora de abrir nuevos mercados.
Ellos plantean la posibilidad de crear una estrategia “ganadora” basándose en la «no competencia», algo que solo es posible explorando nuevos territorios, que simbolizan con un océano azul, contrario al rojo que representa la lucha feroz entre las empresas.
En otras palabras, la estrategia del océano azul es un cambio de paradigma en la manera en que se hacen los negocios, ya que propone encontrar nuevos nichos de mercado en aquellos espacios que todavía no han sido explorados por la empresa. Esos espacios son los llamados océanos azules y la mejor herramienta de llegar a ellos es, precisamente, mediante la innovación.
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La estrategia del océano azul está basada en seis principios básicos que resumimos a continuación:
-Lo primero es ensanchar el mercado al cual la empresa pertenece, para ello hay que analizar qué otras opciones de negocio existen.
-El segundo paso es realizar un plano o mapa para definir la estrategia a seguir una vez que se haya conseguido la oportunidad de negocio. Esto debe realizarse en función del potencial creativo de la empresa.
-Tercero, explorar esos terrenos del mercado en los que nadie hasta ese momento haya entrado o que no estén del todo explotados. Esta etapa es solo de tanteo y valoración.
-Una vez que la empresa esté segura de la opción de negocio y de la viabilidad del mercado al que aspira, el cuarto paso es diseñar una estrategia que refleje las cualidades y beneficios del producto o servicio con el que quiera conquistar ese nicho.
-Quinto, la compañía debe estar preparada para destinar una serie de recursos para solventar los problemas que puedan surgir durante la ejecución de la estrategia.
-Y como último y sexto punto está poner en marcha la estrategia de negocio y, por su puesto, evaluar los resultados obtenidos.
La promesa de la estrategia de océano azul es guiar a líderes, gerentes y emprendedores para encontrar nuevos mercados, libres de competidores directos y saber cómo aprovecharlos para obtener un alto rendimiento.
Claro, el éxito o no en su aplicación dependerá de cómo cada compañía intenté conquistar esos océanos azules más allá de los principios básicos de esta estrategia, la cual no debe ser considerada como una receta mágica, sino como un punto de partida para expandir el negocio.
David Somoza es especialista en temas de negocios y manejo de capital humano.
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